Salvador Dalí. L’homme poisson, 1930.

Salvador Dalí. L’homme poisson, 1930.

El Meadows, que cuenta con una de las colecciones más destacadas de arte español del mundo, con obras que van del siglo X al XXI, presenta esta obra maestra dentro del amplio contexto del devenir histórico del arte español. Mark Roglán, director del museo, resalta la importancia de la nueva adquisición: “No estábamos buscando cualquier Dalí, sino específicamente una obra de la década de los treinta, uno de los periodos más fértiles y creativos del artista, durante el cual se incorporó al movimiento surrealista”.

“Esta obra cubre un importante vacío en nuestra colección. Aunque teníamos obras en papel, esta es nuestra primera adquisición de un cuadro de Dalí y refuerza nuestra importante colección de arte moderno. Se trata además de una obra de relevancia histórica, dado que es una de los pocos trabajos del artista que se exhibieron en la primera exposición surrealista realizada en Estados Unidos”.

Proceso creativo

Junto con el cuadro también se presentará, por primera vez, las imágenes infrarrojas y de rayos X de L’homme poisson, que se incluirán en un amplio estudio del mismo que llevó a cabo Claire Barry, conservadora jefa del Kimbell Art Museum. Estas imágenes revelan interesantes detalles sobre el meticuloso proceso creativo de Dalí, como por ejemplo los cambios realizados en la composición de la obra.

«Se podrá contemplar también una selección de obras en papel de Dalí que proporcionan una mayor perspectiva de su trayectoria; entre ellas, grabados y libros ilustrados provenientes tanto de las colecciones del museo como de las del campus de la SMU, incluidas las bibliotecas Bridwell Library, DeGolyer Library y Hamon Arts Library (Bywaters Special Collections)», explica la conservadora Shelley DeMaria.

Esta adquisición ha sido posible gracias a The Meadows Foundation, Holly y Doug Deason, Sra. de Eugene McDermott, Linda P. y William A. Custard, y Gwen y Richard Irwin.

Imaginería onírica

En la época en que creó L’homme poisson, Dalí entraba en el sólido periodo que se considera, generalmente, como cumbre de su carrera y que muchos expertos atribuyen a su encuentro con Gala, su esposa y, según él mismo, su musa. Es interesante destacar que en el extremo inferior derecho de L’homme poisson incluyó la siguiente inscripción: pour l’olivette (“para la aceitunita”). Este era el cariñoso sobrenombre con el que se refería el artista a Gala, un término que celebra la forma oval de su rostro y su tono de piel.

Helena Deluvina Diakanoff (1894 -1982), nombre de pila de quien luego se conocería simplemente como Gala, estaba casada con el poeta francés Paul Éluard cuando conoció a Dalí; sin embargo, el genio del extravagante pintor llamó su atención inmediatamente, y se casaron cinco años después de aquel primer encuentro.

L’homme poisson marca un importante acontecimiento para Dalí. Su aceptación por parte de André Breton (1896-1966), el líder del grupo surrealista, se había producido en 1929, un año antes de la creación de la obra. Además, el cuadro también ejemplifica la singular imaginería onírica del artista, un aspecto que definió su carrera. Junto con obras de otros artistas españoles, como María Blanchard, Juan Gris, Joan Miró y Pablo Picasso, L’homme poisson constituye otro elemento destacado de la colección de arte del siglo XX del Meadows.