La artista se encuentra actualmente en París y según especifica el parte médico la cancelación se debe a fuertes dolores de espalda y fatiga general que le impiden el movimiento.

El importe de las entradas será devuelto en los próximos días. Se está intentando cerrar una nueva fecha con la artista en Barcelona durante su gira de el otoño para el Festival del Mil·lenni.

Una intensa y dura trayectoria

Melody Gardot tiene tan solo 30 años pero es como si ya hubiera vivido dos vidas tras sobrevivir a un accidente de tráfico que casi le cuesta la vida a los 18 años -iba en bicicleta y alguien se saltó un semáforo en rojo. Con un cuerpo destrozado y daños neuronales tuvo que aprender a vivir de nuevo, lenta y dolorosamente, hasta que la música la ayudó a salir renovada.

Desde su infancia había recibido lecciones de piano y a los 16 años recorrió el circuito de locales de su natal Filadelfia, macerando su personal mezcla de jazz, folk y pop. Pero en aquella época aún quería ser diseñadora de moda. En la lenta recuperación de su accidente le ayudó el aprender a tocar la guitarra y componer canciones. Y, mientras aún estaba en el hospital, grabó su primer EP Some Lessons al que pronto seguiría el álbum, Worrisome Heart (2006), editado primero por un sello independiente y luego por el prestigioso Verve, certificando la calidad de su ‘smooth jazz’, deudor de Laura Nyro, Joni Mitchell, Judy Garland y Nina Simone.

Marcada por su tragedia, Bardot tiene que llevar siempre gafas oscuras por su hipersensibilidad a la luz. También camina acompañada de un bastón y para actuar en directo requiere condiciones especiales. Eso no es obstáculo, ni para sus celebradas giras, ni en sus esporádicas visitas a los estudios. Su segundo disco, My Own And Only Thrill (2009) lo realizó en estrecha colaboración con Larry Klein, afamado músico y productor de largo currículo que ha trabajado también para Joni Mitchell y Madeleine Peiroux. Gracias a sus expertas manos el disco estuvo nominado a los premios Grammy, incorporando influencias brasileñas, swing y refinamiento orquestal. Además, con composiciones propias, a excepción de una significativa versión del Over The Rainbow.

Instalada ya en la primera división, Melody Gardot ha seguido cultivando su afición por los ritmos latinos con The Absence (2012), un tercer disco realizado en estrecha colaboración con el productor brasileño Heitor Pereira, el que fuera guitarrista de Simply Red. Influenciada por sus constantes viajes, su lujuriosa perfección tiene un acento algo más exótico, con presencia de samba, tango, bossa nova y calypso. Y, una vez más, huyendo del recurso fácil de las versiones, con temas propios que hacen más relevante la grandeza de su voz, con la saudade de títulos como Amalia, Lisboa o Se voce me ama.