El maestro, invitado por Gerard Mortier, director artístico del Real, iba a traer para este temporada La rappresaglia, la segunda obra de Mercadante, que precisamente fue encontrada en España. El año pasado ya estrenó para el público madrileño I duo figaro, y por tanto, debía convertirse en una especie de proyecto continuado. Sin embargo, una cadena de infortunios ha impedido que esto fuera finalmente posible: la partitura llegó tarde y Muti tuvo que ser operado por un problema de salud que le tuvo apartado del trabajo durante un mes.

«Yo soy un director de orquesta que necesita tiempo y no puedo realizar una obra en una semana», afirmaba serio en un encuentro con un reducido grupo de periodistas. «Espero poder estar realizándola aquí en un año o dos, si me invitan», añadía haciendo un guiño a Mortier y mostrando una vez más el cariño que tiene a España.

Muti y Donizetti

Así, rescatar el Don Pasquale producido por Andrea De Rosa, que el maestro ya condujo en el Festival de Ravenna, junto a la joven Orquesta Cherubini y el coro del Teatro Real, se antojó la mejor idea. Que justamente Muti tenga 71 años, la edad del mismísimo Don Pasquale, y que fuera la ópera debut del director en el Festival de Salzburgo ante Karajan en 1971 son solo casualidades, o no. Chi lo sa. Metà e metà.

Para Muti, Donizetti es un compositor difícil. «En Don Pasquale está el concepto dramático que ha transmitido Mozart en la ópera Cossì fan tutte y para mí es la ópera de la vida misma, con personajes propios de la Comedia del Arte, pero que también transmiten lo que es la vida real», afirmaba.

Tanto el viejo como la joven protagonistas son para Muti personajes que pueden darse en la vida real. En la ópera «se crean situaciones paradójicas, como en la vida, que no son tan divertidas», aclaraba el director italiano. «Vemos que Don Pasquale llora en un momento dado, que Norina está emocionada, que Malatesta se da cuenta de que se ha pasado en su intriga, y el final es feliz, con su moraleja».

Precisamente eso es lo que marca la diferencia entre Mozart y Donizetti, según Muti. Para él, las obras de Mozart tienen siempre un final feliz con una moraleja político social, mientras que en Don Pasquale Donizetti es más práctico y «muestra que los viejos no pueden salir con las jóvenes a menos que no quieran morirse de pena».

La nostalgia en una ópera cómica

Don Pasquale se engloba dentro de las llamadas óperas bufas y está considerada como el fin de un género, ya que fue la última que se compuso. Consciente Donizetti de que la sociedad giraba hacia otro lado. Sus personajes, como dice Muti, se corresponden con los de la Comedia del Arte: Don Pasquale podría ser Pantaleón, Ernesto, el enamorado, podría ser Pierrot; Malatesta, el listo Scapino, y Norina, la criada Colombina. Sin embargo, todos están impregnados por la nostalgia y la melancolía propias del compositor bergamesco.

«Esto para un director de orquesta es muy importante, ya que debe encontrar un equilibrio entre lo cómico y el drama, entre la sonrisa y el llanto, la alegría y la tristeza. Es un equilibrio difícil, con un momento que provoca una reacción, como algo que explota y luego pasa a una mayor tranquilidad. Esos dos elementos, la explosión y la tranquilidad, están siempre presentes», relataba Muti.

Primer drama jocoso

Para el director romano, después de una serie de óperas de Mozart, Don Pasquale puede ser considerado el primer drama jocoso de la ópera y, desde luego, no se trata de una ópera menor: «Quien piense que es una ópera de segunda categoría es un cretino», afirmaba el maestro. «Don Pasquale no es una obra con la que nos reímos a carcajadas, sino una obra que nos hace sonreír».

Para Muti, si se ha realizado pensando que había que reírse se ha cometido un error. Para él no se trata de direcciones escénicas modernas o antiguas, sino de que «existe una dirección inteligente y otra dirección estúpida». Lo esencial es que la puesta en escena ayude al público a comprender la obra.

«Ahora se hacen cosas que no tienen ningún sentido y que suponen ir en contra de lo que dice la música, pero lo peor es cuando un director no sabe lo que quiere decir la música. Yo sólo pido para la música italiana –y también la española– el mismo respeto que para la alemana».

 

*Don Pasquale, interpretada por Nicola Alaimo, Alessandro Luongo, Dimitri Korchak y Eleonora Buratto, estará en cartel el 13, 15, 17 y 19 de mayo.