También se incluye en el acuerdo la documentación reunida por los títulos nobiliarios que entroncan con la Casa, el Marquesado de Bayona, el Marquesado de Villasor, el Marquesado de Arcicóllar y el Condado de Pie de Concha. Toda esta documentación quedará albergada en Toledo para fines de investigación y consulta pública de todos los ciudadanos.

Además se depositarán los documentos que integran el fondo del archivo del Ducado de San Carlos, compuesto por los documentos de los Duques de San Carlos, de los Condes del Puerto, de Castillejo y de la Unión y sus predecesores, desde la Edad Media hasta el año 1873, fecha en que el título de San Carlos y los otros tres citados entroncaron con el Marquesado de Santa Cruz.

En el fondo del Marquesado de Santa Cruz se localizan, entre otros documentos, además del título de Marqués de Santa Cruz, concedido a don Álvaro de Bazán por Felipe II en 1569 por los méritos militares contraídos y de reales cédulas de confirmación otorgadas por los sucesores del denominado Rey Prudente, escrituras de sus antepasados navarros asentados en La Rioja y, posteriormente en Castilla. Títulos de propiedad y de escrituras de compraventa y cesión de los bienes familiares en el Reino de Granada, con inclusión de 47 pergaminos en árabe fechados entre 1418 y 1508, o de las escrituras de compra de las villas del Viso del Marqués, Santa Cruz de Mudela y Valdepeñas (Ciudad Real) en 1539 y 1585.

Sobresalen los documentos relativos a las campañas militares de Don Álvaro de Bazán y sus descendientes, con información, por ejemplo, sobre la conquista de las Azores, la batalla de Lepanto, la invasión de Portugal, los preparativos de la Armada Invencible para el desembarco en Inglaterra, sobre las guerras de Flandes, el Milanesado y la costa de Berbería.

Resulta muy relevante la correspondencia de los marqueses con el Emperador Carlos V y los monarcas que le sucedieron, además de los nombramientos y títulos militares o diplomáticos y, en el siglo XVIII, de académicos de la Lengua, de la Historia o de las Bellas Artes.

Correo Mayor de las Indias

A diferencia del título anterior, el Ducado de San Carlos fue un título concedido en 1780 por Carlos III a don Fermín Francisco de Carvajal y Vargas, primer titular del Ducado, como compensación por la reversión a la Corona del cargo de Correo Mayor de las Indias, otorgado en 1514 al doctor don Lorenzo Galíndez de Carvajal, destacado jurista y cronista nacido en Plasencia, presidente del Consejo de Castilla, miembro del Consejo de Indias y albacea testamentario de Fernando el Católico; cargo que desempeñaron desde entonces sus sucesores, quienes además eran Alcaldes de Lima y ostentaron el título de Condes del Puerto.

Los documentos más antiguos de esta Casa datan del siglo XIV, período en que se datan los primeros títulos de propiedad conocidos de los Carvajal. A partir del siglo XV y a lo largo del siglo XVI, junto a los documentos de las posesiones adquiridas por los Carvajal y los Vargas en Extremadura y Toledo, se conservan mercedes de los Reyes Católicos, de su hija Juana y de Carlos I, títulos de regidores perpetuos, de escribanos de las sacas de los puertos comprendidos entre Gibraleón y Cartagena, la escritura de fundación de un mayorazgo en Trujillo en 1492, testamentos y contratos matrimoniales y, por supuesto, los títulos de Correos Mayores de Indias desde 1514, con el que los titulares se aseguraron durante doscientos cincuenta y cuatro años el cobro de una renta por el reparto del correo en los Virreinatos de América.

El asentamiento de la rama principal de la familia en Lima para el desempeño del Correazgo Mayor de Indias explica el que la mayoría de los documentos fechados en los siglos XVII y XVIII sean documentos americanos, con importante información para el estudio de la América Virreinal en los años anteriores a su independencia. Entre estos documentos destacan los que contienen noticias e información sobre los itinerarios de los indios y oficiales encargados de repartir el correo en los Virreinatos del Perú y Nueva Granada y la correspondencia sobre la rebelión encabezada por Tupac Amaru II en los Virreinatos de Perú y del Río de la Plata, la mayor ocurrida en los territorios hispanos de América durante el siglo XVIII.

También de gran importancia resulta la documentación del Conde de la Unión y Capitán General de Cataluña sobre el Sitio de Orán y la Guerra del Rosellón con Francia y la correspondencia del II Duque de San Carlos, mayordomo mayor de Fernando VII, con su mujer e hijos desde su exilio en Valençay durante la Guerra de la Independencia española, con datos sobre las negociaciones en 1814 entre el Gobierno de Napoleón y la Regencia de España.

El fondo más moderno

Un tercer grupo de legajos lo forman documentos posteriores a 1873, a partir de la unión de los títulos de Santa Cruz y San Carlos. Es, por lo tanto, el fondo más moderno, con documentación comprendida entre el año 1873 y el 1988. Esta agrupación contiene información detallada de la administración de las Casas durante los reinados de Alfonso XII y Alfonso XIII y durante la Segunda República, lo que resulta una fuente importante para el estudio de la nobleza española durante esos años.

La correspondencia con la familia real española y la correspondencia como Embajador en Londres (1958-1972) de don José Fernández-Villaverde y Roca de Togores, marqués de Pozo Rubio y de Santa Cruz, permiten conocer sus puntos de vista y los de sus interlocutores sobre los principales acontecimientos internacionales.

Un cuarto y último apartado es el constituido por la colección fotográfica familiar, con 16 álbumes y un número indeterminado de fotografías sin clasificar. Las más antiguas pueden datarse hacia 1860 e incluyen retratos varios, desde miembros de las Casas Reales europeas hasta miembros de la familia y personajes de la vida política española. También se conservan imágenes familiares de los primeros años del siglo pasado, vistas de monumentos y un álbum conmemorativo de la visita de los Reyes de España al Colegio de Bolonia en 1925.

Institución única

Con este acuerdo el Ministerio manifiesta su voluntad de colaborar en la recuperación y conservación y difusión con fines de estudio e investigación de los archivos y documentos relativos al devenir de todos los españoles, en este caso concreto, de la nobleza, por entender que éstos son un elemento esencial del Patrimonio Histórico Español. Cabe recordar que la Ley de Patrimonio Histórico Español, en su artículo 49, incluye a los archivos familiares y nobiliarios con una antigüedad de más de cien años como integrantes del Patrimonio Documental, aunque salvaguarda la posibilidad de declarar como integrante del mismo a cualquier otro que no llegue a esta antigüedad en los casos en los que se estime conveniente.

El director general ha destacado que el Archivo de la Nobleza es una institución cultural única donde se conservan y difunden los archivos generados y reunidos por la nobleza española, un archivo abierto donde se reciben nuevos fondos por donaciones o depósitos efectuados por instituciones o personas privadas, o mediante adquisiciones realizadas por el departamento ministerial, para su utilización gratuita con fines de investigación.

Ningún país de nuestro contexto occidental cuenta con una institución similar, donde se recojan en la proporción que aquí se encuentran los fondos documentales reunidos y conservados por las familias que en la sociedad estamental conformaron el estamento nobiliario y posteriormente continuaron ocupando importantes responsabilidades en la Administración, la carreta diplomática o el Ejército.