Según confesó el acusado, que supuestamente pertenecía a las fuerzas de seguridad de Sadam Husein, iba a vender la obra por unos 315.000 euros.

Los museos kuwaities, al igual que el resto del país, fueron saqueados durante la ocupación iraquí. Se estima que en aquellos días desaparecieron 20.000 piezas de todo tipo, de las que unas 16.000 fueron recuperadas posteriormente. Se desconoce el número de obras de arte en manos privadas expoliadas durante los siete meses que duró la invasión.