En 1961, la editorial Ruedo Ibérico lanzaba en París un grueso volumen que aportaba una mirada académica a la contienda civil vivida en España 25 años antes. Un libro que aniquilaba los textos absolutamente sesgados que hasta entonces circulaban en nuestro país sobre el tema. Firmaba aquel La Guerra Civil Española un historiador de apenas 30 años que abría los ojos a varias generaciones para, de un modo veraz y objetivo, contar/contarnos lo que en realidad había sucedido en aquel trágico conflicto.

El libro fue inmediata y terminantemente prohibido por el Gobierno de Franco y, aunque tuvo una gran difusión clandestina, no sería publicado en España hasta 1977, dos años después de muerto el dictador, y reeditado de nuevo en 2001.

Thomas no desperdiciaba ocasión para recordar que la acogida que tuvo su historia marcó su vida profesional para siempre. «Si ya tenía un enorme interés por todo lo que se relacionaba con España, aquella publicación y la sorpresa de su repercusión me acercaron definitivamente a este país maravilloso». El creciente interés fraguó en una trilogía ya clásica que comenzó en 2006 con El Imperio español: De Colón a Magallanes, al que siguió El Imperio español de Carlos V en 2010 y cerró Felipe II: El señor del mundo, en 2013.

Autor de más de veinte tratados de historia y de tres novelas, Thomas fue a lo largo de su vida un defensor del concepto de Europa, que protagonizó varios de sus ensayos, entre ellos Europe: The Radical Challenge, otro texto ya convertido en clásico.

El ministro de Educación, Cultura y Deportes, Íñigo Méndez de Vigo, ha destacado que «a Lord Thomas de Swynnerton hemos de agradecerle que, con su trabajo y con su amor a España, nos haya ayudado a conocernos mejor como nación, y a descubrir aspectos de nuestra Historia que no siempre habían sido estudiados con afán histórico, con la garantía de alguien desposeído de fervores ideológicos en su método de trabajo y de escritura. De algún modo, Hugh Thomas logró reunir a una gran mayoría de españoles en torno a un mismo relato de los acontecimientos de la guerra civil, avanzando en su obra el espíritu de la reconciliación que más tarde, en 1978, impregnaría los valores de la Transición y de nuestra Constitución».

Independiente

Nacido en Windsor en 1931, Thomas estudió historia en las universidades de Cambridge y la Sorbona y ocupó la cátedra de Historia Contemporánea en la Universidad de Reading desde 1966. Su interés por la política se manifestó desde muy joven y su independencia de pensamiento también. Entre 1954 y 1957 trabajó en el Foreign Office y, tras colaborar estrechamente con el primer ministro Harold Wilson, en 1975 abandonó al partido laborista descontento por la escasa implicación de éste con el proyecto europeo.

Posteriormente, entre 1979 y 1991, dirigió el Centro de Estudios Políticos, un institución próxima a la primera ministra conservadora Margaret Thatcher, de la que fue consejero para asuntos hispánicos. Entretanto se había incorporado a la Cámara de los Lores en 1981 afiliado al Partido Conservador, del que se desligó completamente a medida que crecía en esas filas el sentimiento eurófobo que ha culminado en el Brexit, una ruptura que Thomas criticó abiertamente. «Es algo inexplicable. Un error histórico que provocará muchos problemas y del que nos arrepentiremos», afirmó hace pocos meses. Afiliado en 1997 a los liberaldemócratas, en la actualidad ocupaba su escaño en el parlamento británico como representante de los independientes.

Casado con la pintora Vanessa Jebb, Hugh Thomas había recibido en 2001 la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, en 2014 la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X El Sabio y desde 1994 era miembro de la Real Academia de la Historia. El sábado, en Londres, el «príncipe» de los hispanistas escribió el capítulo final de la lúcida historia de su vida.