Las piezas recuperadas son fruto de las investigaciones de la denominada ‘operación Florencia’ contra el blanqueo de capitales y el tráfico de drogas, iniciada en el año 2000 por la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional. En ella se intervinieron cerca de mil obras de origen precolombino que fueron compradas en varios países iberoamericanos y exportadas posteriormente de forma ilegal, de las cuales 691 se devolvieron el pasado año a Colombia.

Tras facilitar al Gobierno de Ecuador varios CD con la correspondiente descripción de 150 piezas que no pertenecían a Colombia, la Dirección de Riesgos y Patrimonio Cultural de Ecuador contestó remitiendo un informe que concluía que “cuarenta y nueve objetos arqueológicos de los ciento cincuenta referidos pertenecen al patrimonio cultural ecuatoriano”.

Valor incalculable

Con la entrega efectiva de las 49 piezas integrantes de la colección culmina un largo proceso en el que las autoridades e instituciones de ambos gobiernos han colaborado con el fin de que un patrimonio cultural de gran valor que pertenece a todos los ciudadanos de Ecuador pueda ser protegido y difundido en su lugar de origen.

Las piezas que se entregan corresponden a la cultura ecuatoriana Jama Coaque, que se extiende cronológicamente desde el 500 a. C. hasta el siglo XVI. Se trata de figuras cerámicas de chamanes, personajes con atuendos ceremoniales y mujeres orantes, muy expresivas, y que muestran gran movimiento.

La mayoría de las obras que forman parte de este conjunto están realizadas en cerámica y cronológicamente abarcan prácticamente todo el abanico temporal de las culturas de Ecuador.

Posiblemente el objeto más antiguo sea una botella globular de la cultura Chorrera (1200-500 a.C.) que muestra la superficie grabada con diseños geométricos. Estas botellas habitualmente son botella-silbato, ya que emiten un sonido con el cambio de presión del aire que se produce al mover el líquido que contienen.