En un entorno en el que los protagonistas eran los envases de plástico, latas y briks, vidrio, cartón y papel, y residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, no solo de la temática del concurso sino también de la decoración del lugar donde se celebró la gala, el maestro de ceremonias, Luis Piedrahita, dio paso a una noche en la que la creatividad y la ilusión se pusieron al servicio de la construcción de un mundo más sostenible.

Los ganadores en la sección Audiovisual fueron tres piezas muy diferentes entre sí y con un importante punto en común: el reciclaje. Mientras Sergio Sánchez convierte en protagonista al reciclaje del vidrio en Baile con ellas, una bella historia en la que nada es lo que parece a primera vista; María Pérez nos hace reflexionar en su pieza ¿A qué huelen las flores? sobre la importancia del reciclaje para no acabar en un mundo totalmente artificial en el que una simple flor se convierta en una rara avis.

Desde un punto de vista más lúdico, Trashformation, un corto sobre reciclaje cuenta como actores principales con divertidos personajes construidos a base de cartón, plástico y aparatos electrónicos que tratan de construir un mundo más alegre.

Tres piezas que en menos de 10 minutos consiguen hacer reflexionar al espectador sobre la importancia del reciclaje y la reutilización de objetos en la búsqueda de un mundo más bello, más amable y lleno de color.

Cada una de estas obras recibió un premio de 2.500 euros para sus creadores. Todas ellas pueden verse en la página web del concurso www.idarterecicla.com y serán también exhibidas en las pantallas del Cine Callao de Madrid en los próximos meses.

En la otra categoría del concurso, la de Instalaciones, las piezas seleccionadas han sido Des-Tensa de Carmen Fernández Misis y Alejandro Villena Ortega; y Moebius, de Marta Olivares Salinas, ambas destinadas a convertirse en áreas de descanso para las futuras ferias que se celebren en el recinto ferial de IFEMA.

Ambos proyectos proponen una gran flexibilidad a la hora de buscar su sitio en los diferentes espacios que les sean asignados, gracias a su construcción en distintos módulos combinables entre sí y a la adaptabilidad de sus materiales. Des-Tensa propone una instalación a base de cartón y cables, en la que la relajación del visitante sea la máxima protagonista.

Por su parte, Moebius propone una estructura construida con más de 5.000 latas de refresco unidas entre sí por cuerdas de nylon. En su interior, diferentes piezas de mobiliario urbano y dos tipos de asientos: uno de ellos a base de tubos de cartón y botellas recicladas, con iluminación de LED en botellas de vidrio; y otro fabricado con botellas de refresco PET unidas con cuerdas de nylon.

Los diseñadores de estos dos proyectos recibirán como premio la producción de la obra, destinándose un presupuesto máximo de 3.500 euros para la construcción de sus instalaciones, que verán la luz en los próximos meses.