Esa etapa tahitiana es la ‘excusa’ de un proyecto expositivo que, a través de una selección de 111 obras de artistas de finales del siglo XIX y principios del XX (entre ellas 33 del mismo Gauguin), se propone descubrir de qué forma el viaje hacia mundos supuestamente más auténticos produjo una transformación del lenguaje creativo, y en qué medida esta experiencia condicionó la transformación del modernismo.

Tres cuestiones

La exposición aborda tres cuestiones que van encadenándose e interrelacionándose. La primera, y fundamental, es la figura de Paul Gauguin, cuya huida a Tahití funciona como hilo conductor de todo el recorrido. Sus pinturas icónicas, creadas a través del filtro de Polinesia, no sólo se han convertido en las imágenes más seductoras del arte moderno sino que además ejercieron una influencia esencial en los movimientos artísticos de las primeras décadas del siglo XX, como el fauvismo francés y el expresionismo alemán. La segunda trata del viaje, el viaje como escape de la civilización, que servirá de impulso renovador a la vanguardia, y el viaje como salto atrás a los orígenes, a ese estado edénico, utópico y elemental que anhelaba el primitivismo. La tercera y última se refiere a la concepción moderna de lo exótico y sus vinculaciones con la etnografía.

El itinerario que propone Paloma Alarcó, jefa de Conservación de Pintura Moderna del Museo Thyssen-Bornemisza y comisaria de la muestra, muestra al visitante los frutos de las exploraciones artísticas de Gauguin, Matisse, Kandinsky, Klee o Macke, entre otros, así como la impronta de Gauguin en los expresionistas alemanes y los fauves franceses, poniendo así de manifiesto cómo su figura se alza como el creador de un nuevo canon exótico que sirvió de arranque de los lenguajes de la modernidad de las primeras décadas del siglo XX.

Madrid. Gauguin y el viaje a lo exótico. Museo Thyssen-Bornemisza.

Hasta el 13 de enero de 2013.

Horario: De martes a domingo, de 10.00 a 19.00 h. El sábado 12 de enero cerrará a las 21.00 h.

Comisaria: Paloma Alarcó.