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Cuando el dinero te convierte en lobo

El dólar como dios. Así lo retrata, trepidante, desoladora, El lobo de Wall Street, del gran Martin Scorsese. El dinero como objetivo único. Como fin absoluto. Como diana obsesiva. Hacerse rico a toda costa pisoteando lo que haga falta, –cualquier atisbo de principio, por ejemplo–, y a quien se ponga por delante.

Leonardo DiCaprio copa pantalla al protagonizar un papel sin fisuras que asume como el enorme actor en el que se ha ido convirtiendo. Retrato total, sin subterfugios, de esa tentación, –el dinero–, tras cuyo obsceno aroma el mundo de hoy vive enfangado.

El auténtico lobo

El auténtico lobo de Wall Street, la persona a la que presta vida y cuerpo Di Caprio, existe y vive, tras una existencia más que removida, en Los Ángeles. Jordan Belford era entonces un bróker de muy fuerte personalidad que fundó en 1990 una agencia bursátil a través de la que estafó sin miramiento alguno a miles de inversores y se hizo multimillonario.

Adicto a la metacualona y al alcohol, al sexo y a las fiestas desmadradas, vivió una vida de derroche hasta que en 1998 fue investigado por el FBI. Juzgado y condenado por fraude y blanqueo de grandes cantidades de dinero, pasó en la cárcel dos años. Al salir se reconvirtió en conferenciante que en la actualidad sigue impartiendo cursos de motivación personal y autoayuda.

Empeño

Sus memorias son la base del guion de esta película que se ha hecho verdad gracias al empeño personal de Scorsese y DiCaprio, tras haber sido rechazada a lo largo de siete años por varios estudios de Hollywood. En la quinta colaboración entre ambos logran un monumento cinematográfico en el que también ha participado como guionista el creador de la serie Boardwalk Empire, Terence Winter.

Nada ha sido fácil. En pleno rodaje en Nueva York, el huracán Sandy derribó una enorme grúa sobre los hangares en los que trabajaba el equipo. Por otra parte, DiCaprio sufrió varios episodios de afonía y un lesión en la espalda al rodar una de las secuencias que motivó un notable retraso a la hora de la conclusión del proyecto.

Brillante

Pero al final aquí está, brillante como las mejores de su género, esta especie de comedia negra de las vanidades narrada en primera persona.

Leonardo DiCaprio confirma aquello en lo que se ha ido transformando desde que en 1989 debutase en un capítulo de la serie televisiva La nueva Lassie: un actor sin límites que, venciendo incluso los destellos de su físico guaperas, crece en cada nuevo reto. Como él mismo comenta, Scorsese, al que reconoce como el maestro con el que se topó cuando no acababa de encontrar los papeles con los que reconducir su camino, saca lo mejor que lleva dentro como actor.

Jonah Hill, como su “descolocado” mano derecha; Matthew McConaughey, como su introductor en el fétido ambiente de las finanzas (en un breve pero logradísimo papel); Jean Dujardin, como corrupto banquero; Kyle Chandler, como el agente del FBI que acaba por atraparle, y Margot Robbie, bellezón que quita el hipo y hace de su segunda esposa, completan un reparto muy trabajado. La dirección de actores de Scorsese es una de las señas de identidad del italo-americano y se nota. ¡Vaya si se nota!

Sexo, drogas y billetes

No sería justo ignorar, a la hora del excelente resultado final, al verdadero Belford, que ha sido el asesor directo y continuado de DiCaprio e incluso se permite un cameo en la secuencia final de un filme que suda sexo, drogas y billetes.

Cómo no iba a ser así en un relato de excesos, tan real como el ambiente que refleja, –aquel Wall Street medio hortera de los 90 en el que se mezclaban los estafadores, los adictos a las orgías y los empeñados en meterse polvos por la nariz–, filmado con la extrema meticulosidad de un cirujano meticuloso. Cada detalle ensambla con el resto configurando un enorme puzzle, –tres horas justas de metraje que en el montaje inicial eran cuatro–, de tempos medidos y frenéticos. Si parpadeas, te pierdes cosas.

Mantengan, pues, los ojos bien abiertos. La ocasión lo merece.

ellobo

 

El lobo de Wall Street
Dirección: Martin Scorsese
Intérpretes: Leonardo DiCaprio. Jonah Hill. Matthew McConaughey. Margot Robbie. Jean Dujardin. Kyle Chandler
Guión: Terence Winter, sobre la autobiografía de Jordan Belfort
Fotografía: Rodrigo Prieto
Música: Howard Shore
EE.UU. / 2013/ 179 minutos