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Adicción y nostalgia con The Pogues

The Pogues, banda de música folk irlandesa con espíritu punk, tenía en el carismático Macgowan a su líder indiscutible. Con un realismo nada hagiográfico, -habida cuenta de una trayectoria llena de claroscuros-, lo refleja este magnífico largometraje que cuenta con material de archivo inédito de la banda y de la familia del músico, la muy original animación del ilustrador Ralph Steadman y la participación de Johnny Depp y grandes figuras de la música como Nick Cave o el líder de U2, Bono.

A través de la inmersión en el trepidante viaje por la carrera de Shane MacGowan, las imágenes se sumergen en el pasado del vocalista para llenar cada escena de una agridulce nostalgia en la que la adicción del protagonista ocupa papel importante. Aunque lo que en definitiva gravita sobre el conjunto es la genialidad de uno de esos talantes que sobrevuelan el bien y el mal; las reglas establecidas y por establecer sin importarles un ápice ese concepto cada vez más cuestionable de lo “políticamente correcto”.

El cineasta londinense Julien Temple, responsable de este vibrante y complejo proyecto al que no siempre se prestó de buen grado el propio Macgowan, es autor de obras de ficción como Earth Girls are Easy y Bullet. Además es conocido por su trabajo como cronista de música rock en las últimas cuatro décadas gracias a documentales y vídeos musicales para artistas como Sex Pistols, The Rolling Stones, David Bowie, The Kinks, Joe Strummer (The Clash), Wilko Johnson y Paul Weller.  

En la presentación de la película en San Sebastián, Temple refería: “En el fondo, todos mis filmes sobre música forman parte de un mismo proyecto que, en realidad, es la historia de mi vida. Tienen un sentido íntimo porque yo he formado parte de esa época. No me gusta hablar de documentales porque lo que intento es encajar el contexto, la música y los personajes que la realizan e intentar establecer una conexión que las aúne”.

Pero lo que el realizador logra trasciende lo meramente musical, pues a través de sus imágenes dibuja un panorama social, político y cultural: “La música es una manera fantástica de entender el pasado”.

Con Crock of Gold logra ubicarnos en la encrucijada de una época, una forma de vida y unos personajes en los que se entrecruzan, en sus peculiares formas de ver y sentir la existencia, el alcohol, la transgresión y un cierto sentido autodestructivo al que parecen estar abocados.

No se olvida Temple de quienes pudieron hacer realidad la película y, entre todos, menciona a Johnny Depp, amigo personal del músico: “Sin su esfuerzo y apoyo no habría sido posible, pues Shane nos hubiera mandado a la mierda pues, aunque es una persona muy dulce, también puede ser el individuo más desagradable del mundo”.

Como espectadores, gracias a Depp y a quienes creyeron y levantaron una película que, escarbando también en la oscuridad y en las miserias de un músico, resulta, como tantos de sus temas, lírica y luminosa.

Crock of Gold: Bebiendo con Shane MacGowan

Dirección y guion: Julien Temple

Intervinientes: Shane MacGowan, Johnny Depp, Bono, Nick Cave

Ilustraciones: Ralph Steadman

Fotografía: Steve Organ

Música: Ian Neil

Reino Unido, EE.UU. / 2020 / 124 minutos

Distribución: Sherlock Films