A través de una puesta en escena que reproduce milimétricamente el espacio en el que se desarrollaron los hechos y el rescate, también muy minucioso, de los diálogos, testimonios y declaraciones que entonces se produjeron, el filme, basado en el volumen El nazi y el psiquiatra, publicado en 2013 por el periodista norteamericano Jack El-Hai, nos sitúa de pleno en los juicios celebrados tras la derrota alemana.
La historia ha dejado escrito que los Aliados, vencedores de la contienda, sopesaron en su momento qué hacer con los cabecillas nazis que tenían prisioneros. Por encima de quienes proponían ejecutarlos de inmediato o de los que defendían la necesidad de encarcelarlos de por vida, se impuso la idea de convocar un tribunal internacional que juzgase los crímenes de guerra y contra la humanidad de los que eran responsables.
Aquella decisión comportaba desafíos éticos y jurídicos, pues hasta entonces no se habían dirimido tales delitos en juicio alguno. Pero las sesiones tuvieron lugar. Los Juicios de Núremberg, iniciados el 21 de noviembre de 1945, jugaron un papel crucial en la definición de los crímenes de guerra y establecieron las bases de la justicia internacional tal y como la conocemos en la actualidad.
Lo que plantea la película que ahora se estrena —que de alguna forma rescata Vencedores o vencidos, la magnífica propuesta dirigida en 1961 por Stanley Kramer y protagonizada por Burt Lancaster y Spencer Tracy— es hasta qué punto aquellos individuos, especialmente un Hermann Göring soberbiamente encarnado por Russell Crowe, estaban en su sano juicio cuando decidieron llevar a cabo la masacre que todos conocemos.
En ese análisis sobre su salud mental juega un papel principal, como de hecho sucedió en la vida real, el psiquiatra estadounidense Douglas Kelley (Rami Malek), designado para evaluar el equilibrio mental de los prisioneros y determinar si eran aptos para ser juzgados por sus crímenes. De la noche a la mañana, Kelley se verá inmerso en una compleja batalla de ingenio contra Göring, que, como se sabe, fue la mano derecha de Hitler y uno de los hombres más despiadados de aquel terrible episodio de la historia. Un individuo de hielo que nunca reconoció la temible dimensión de sus decisiones.
Como se ha apuntado, los oscarizados Russell Crowe y Rami Malek interpretan, respectivamente, al temible líder nazi y al psiquiatra encargado de dictaminar su estado psicológico. Contenidas y contundentes, ambas interpretaciones contribuyen a que la película transmita una gran veracidad. Les acompañan Michael Shannon, Richard E. Grant, Leo Woodall, John Slattery, Colin Hanks y Lydia Peckham.
Para Rami Malek: «James Vanderbilt —quien dirige su segunda película tras una larga carrera como guionista— sabe utilizar la estructura y el ritmo narrativo para contar una historia apasionante. No da puntada sin hilo, y Núremberg está poblada de personajes interesantes que consiguen llevar al público hacia su terreno. Solo él puede lograr hacer algo así y, además, lo hace con una sutileza y una elegancia envidiables».
Núremberg
Dirección James Vanderbilt
Guion: J. Vanderbilt, sobre el volumen El nazi y el psiquiatra de Jack El-Hai
Intérpretes: Russell Crowe, Rami Malek, Leo Woodall, Michael Shannon y Richard E. Grant
Fotografía: Dariusz Wolski
Música: Brian Tyler
Estados Unidos / 2025 / 148 minutos
Distribución: DeAPlaneta