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«Sin responsabilidad, como músico no vas a durar»

En esta nueva faceta, Ricardo ofrece un proyecto en forma de disco y de libro con nombre homónimo con los mismos elementos comunes: preguntas sobre la felicidad, sobre el miedo, sobre la culpa… El libro, novela de ficción o crónica autobiográfica nace a partir de la gira del álbum El problema de los tres cuerpos, con Ramón y Fran, y está concebido en forma de rail movie porque es como un viaje “pero sin libertad”, dice el propio autor. “No es una road movie porque ahí puedes hacer cualquier cosa que se te ocurra y aquí se trata de un viaje con una hoja de ruta en el que tienes minuto a minuto controlado”, afirma.

¿Por qué sacar un disco y una novela a la vez?

Quería que mi primer trabajo en solitario no fuera lo mismo que llevaba haciendo durante años, y me apetecía hacer algo un poco más orgánico. Se trata de poner la frontera entre lo que hacía antes y lo que he empezado a hacer ahora.

¿Son un todo, entonces?

Quizás el libro habla más de una historia personal, de la convivencia y el día a día entre tres músicos, y el disco, aunque también es personal, trata otras cosas. El disco es más simbólico y más fragmentario, ya que por eso son canciones, y el texto intenta llevar un hilo argumental. Es una novela. No quería que fuera compleja, porque las canciones ya me parecen suficientemente complejas como herramienta, aunque sí quería hacer una obra coral. No es algo que surgiera desde el principio, pero conforme iba trabajando tomé la decisión de hacerlo así.

«Necesitaba tomar responsabilidades a nivel emocional»

Después de haber pasado por varias formaciones, ¿necesitaba hacer esto en solitario?

Sí, en realidad la necesidad que tenía era la de tener la responsabilidad única. El hecho de salir a tocar es algo que no puedo dejar de hacer y es parte de mi vida, pero sí que necesitaba tomar responsabilidad no sólo en cuestiones profesionales, sino también a nivel emocional.

El libro está prologado por Fernández-Mallo, ¿cómo surgió?

Cuando él publicó su trilogía, no sé si fue el segundo libro de Nocilla, nos llamó a Sr. Chinarro y a La Costa Brava para tocar en la presentación y ahí le conocí. Le mando cosas que hago y él me manda cosas también. Le pregunté si podía hacer el prólogo de mi libro y me dijo que si le parecía bueno, lo haría.

Hay mucho de responsabilidad precisamente en el libro. También mucho de miedo…

Uno tiene que ser responsable porque la responsabilidad te hace ser mesurado y lo mesurado hace que el miedo no crezca. Todos tenemos miedo al llevar un proyecto. De todas formas, mis miedos son cotidianos, no un miedo del que tener que preocuparse. En cuanto a la responsabilidad, creo que en todos los niveles es importante, además de la libertad. Sin ella, sin la responsabilidad, creo que como músico no vas a durar nada.

Habla de felicidad, ¿no somos capaces de encontrarla?

Lo que hay ahora quizás es más culpabilidad. Desde que se inventó el sujeto, desde la Ilustración, lo que existe es miedo a la libertad. En estos últimos tiempos nos han convencido de que somos culpables de algo y creo que les ha salido bien la jugada.

«Me siento un escritor que no puede vivir sin interpretar»

Las canciones tienen un punto más triste que el libro, ¿por qué?

Hay una cosa que me gusta de poder escribir un libro y es que puedo hacer, como dice Fernández-Mallo, “poética rota”. No suelo hacer chistes en mis canciones porque sólo tengo tres minutos y quizás por eso mi música no tenga cosas que la novela sí que tiene, porque al escribirla me dejo llevar. He disfrutado bastante escribiéndola. Puede ser que escriba canciones con un tinte triste, pero lo intento hacer simbólico, no quiero que sea crudo.

¿Se siente más músico, más compositor o más escritor?

La literatura te da mucha libertad para hablar, pero no te da mucha libertad para interpretar. En cambio, la música te da menos libertad para hablar pero muchísima libertad para interpretar. Yo soy un escritor de canciones y el fondo de mi trabajo siempre es escribir, pero donde realmente soy feliz y lo que me rompe la rutina diaria es salir a tocar. Interpretar es mi pasión. Me siento un escritor que no puede vivir sin interpretar.

Cuando el asunto se pone complicado, saca las cuatro reglas para sobrevivir en el mundo de la música…

Rafa (mi compañero) y yo tenemos una broma cuando tenemos alguna duda. Nos decimos: “A ver, aquí hay cuatro reglas”, y las reglas, en realidad, van mutando. Es como un criterio formal y no de contenido. Puede aplicarse a todo: cada cosa en esta vida tiene cuatro reglas.

Entre público fácil y público difícil, se queda con el difícil, ¿por qué?

Esta es una reflexión que todo artista tiene que hacerse: ¿para quién toco? ¿Para quién actúo? ¿Para quién escribo? Y lo digo sin prejuicios. No estoy haciendo una crítica a la gente que trabaja para un público excesivamente entregado o para gente que trabaja para un público excesivamente selecto. Lo que a mí me ha ocurrido en todos estos años es que el público difícil no me disgusta, me siento bastante cómodo con él. Creo que un público difícil te va a criticar de entrada, pero no te va a criticar cuando ya no funciones. Eso hace que tengas mucha exigencia al principio, pero que luego puedas estar más tranquilo. En cambio, ante un público más mainstream estás más expuesto a la banalidad y a la fugacidad de las apetencias de sus gustos porque evidentemente te tienen que sustituir per sé. Te van a sustituir per se.

«He trabajado con gente que ha sido muy generosa conmigo»

¿Cómo compagina su trabajo de profesor con la música?

En mi época de Tachenko, en la que sólo tocaba, la vida era mucho más desahogada. También tenía menos años. Te acostumbras a tener una doble vida, a tener esas cuatro reglas de las que hablaba. Sobre todo, también al hecho de tener una razón por la cual levantarte. A veces el esfuerzo te pasa factura, pero desde luego no me voy a quejar porque tengo una situación privilegiada.

Si tuviera que elegir lo mejor de haber pasado por las diferentes formaciones por las que ha pasado, ¿qué escogería?

Lo más positivo de toda mi carrera es que he trabajado con gente que ha sido muy generosa conmigo, que no ha querido ponerme trabas, que me han entendido. Me quedo con eso porque en los trabajos normales la generosidad no es una cosa que abunde. En lo musical, tampoco.

¿Y de esta nueva etapa?

Me quedo con que los generosos no me han abandonado. Me sigo sintiendo arropado y respaldado. Además es el momento en el que quiero devolver generosidad y ser generoso con la gente que me rodea.

¿Qué planes tiene?

Acabo de empezar la gira y estaré trabajando durante toda la primavera. Después descansaré un poco, haré lo que se pueda hacer de festivales, y en octubre, cuando se cumpla un año de este proyecto, me replantearé los siguientes plazos.

¿Alguna idea para otro libro?

Sí, voy a volver a escribir, aunque funciono mucho con resultados y no me gusta tomar una decisión en firme, pero creo que sí. Lo que puedo decir es que quiero seguir en la senda de no publicar cosas sencillas.

Fechas de la gira

  • Sábado 8/03 SEGOVIA (WIC / sala Shout XL)
  • Viernes 14/03 BARCELONA (Heliogàbal)
  • Viernes 21/03 SALAMANCA (Plan B)
  • Sábado 22/03 ORENSE (Café&Pop Torgal)
  • Viernes 28/03 ZARAGOZA (Teatro de las Esquinas)
  • Viernes 29/03 VALENCIA (dELUXE Pop Club)
  • Viernes 4/04 VALLADOLID (La Atómica / Pasaje Gutiérrez)
  • Sábado 5/04 VIGO (La Casa de Arriba)
  • Viernes 11/04 GRANADA (Polaroid Club)
  • Sábado 12/04 ALGECIRAS (La Farándula)
  • Sábado 24/05 BASAURI, Festival MAZ Basauri
  • 13 al 16 agosto, ARANDA DE DUERO, Festival Sonorama