En Ghost Road una mujer mayor se halla sola en escena. Es uno de los pocos habitantes que todavía quedan en una villa aislada de la civilización humana, un pequeño poblado perdido en medio del desierto. Las mujer busca las razones por las que vive una existencia tan solitaria. ¿Ha sido abandonada por una comunidad que se vio obligada a huir a toda prisa? O, por el contrario, ¿ha sido ella quien ha elegido conscientemente este abandono?

La inspiración de esta inquietante producción de teatro musical es un viaje que Fabrice Murgia y Domique Pauwels -dos jóvenes nombres del panorama teatral europeo a seguir muy de cerca en los próximos años- realizaron a través de pueblos fantasma, casas en ruinas y oxidadas estaciones de servicio de California, Arizona y Nevada. El viaje es una iniciación, una búsqueda, un éxodo…, que les sirve como excusa para narrar las historias de los hombres y mujeres que se quedaron atrás.

La pieza se estrenó el 20 de septiembre de 2012 en el Rotterdamse Schouwburg de Róterdam (Países Bajos) y, antes de su paso por el Festival de Otoño a Primavera, pudo verse en Temporada Alta de Girona el 30 de noviembre de 2012. Tras su presentación, el diario De Standaard, escribía sobre la obra: “Con Ghost Road, Fabrice Murgia ha puesto en pie una ambiciosa obra de arte para nuestra época: un réquiem por el Oeste y una declaración de fe en algo nuevo. Ghost Road es el estado mental de Occidente, cuya eterna creencia en el progreso parece haberse convertido en una casa vacía, hipotecada ante un sistema que se ahoga por su excesiva ambición. La cultura vista como una anciana. De una forma maravillosa, Murgia nos presenta este canto de cisne a la vida”.