Por primera vez en la National Gallery, las dos pinturas de Vermeer de su colección –Joven de pie junto al virginal y Joven sentada junto al virginal– y en las que aparecen jóvenes mujeres tocando el virginal (instrumento parecido al clave), se reúnen con La guitarrista, una pintura que no abandona la Kenwood House, en Hampstead Heath, norte de Londres, a no ser por razones de fuerza mayor, como es el caso, ya que el edificio se encuentra en obras.

La muestra cuenta también con La lección de música, pedida para la ocasión a la Royal Collection, la colección privada de la Reina Isabel II.

Más que instrumentos

La música fue uno de los temas más populares en la pintura holandesa. En los retratos, un instrumento musical o un cancionero sugerían la educación o posición social del retratado, y en las escenas de la vida cotidiana, podían actuar como una metáfora de la armonía o símbolo de la fugacidad.

En la exposición, además de los lienzos, se muestran instrumentos como un virginal del siglo XVII, diferentes guitarras y laúdes. Todos ellos ofrecen una visión única de la elección de los instrumentos de los pintores, y la diferencia entre los reales y la forma en la que los artistas eligieron representarlos.