Arquitecto, diseñador, editor, fotógrafo e investigador, Rudofsky (1905-1988) abarcó numerosas ramas del arte para dar rienda suelta a la visión creativa que poseía. Crítico agudo de los progresos de la época contemporánea, teorizó sobre el diseño sociocultural comparativo en obras como The kimono mind, The unfashionable human body o Now I lay me down to eat.

Entre las décadas de los cuarenta y los sesenta fue comisario de numerosas y provocadoras exposiciones en el Museum of Modern Art de Nueva York. También hizo labores de editor y director artístico en la revista de arquitectura Domus y dio clases en universidades de todo el mundo (Yale, MIT, Universidad de Waseda en Tokio, etc.).

Viajero incansable, Rudofsky investigaba, aprendía y construía allá donde iba, reivindicando la economía, inteligencia y sostenibilidad de las construcciones.

Etapa en España

Rondando los años sesenta puso el pie en nuestro país y comenzó a analizar la arquitectura patria. De mano del pintor expresionista abstracto José Guerrero, conoce Frigiliana (Málaga), pueblo donde construye su vivienda-taller de verano. La casa Rudofsky es un ejemplo de arquitectura tradicional y economía arquitectónica, una construcción sencilla y respetuosa con el paisaje en el que se enmarca.

Ante el riesgo de su desaparición, en 2006 se puso en marcha una campaña para protegerla, recabando la firma de más de cien famosos arquitectos, artistas y escritores de todo el mundo. Así, tras años de lucha, fue nombrada en 2011 Bien de Interés Cultural.

Influencia rudofskiana

Considerando la importancia del legado de Rudofsky, el Centro José Guerrero y el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ponen en marcha el seminario Bernard Rudofsky: Desobediencia crítica a la modernidad, en el que conocedores de la obra del influente arquitecto repasan sus contribuciones al mundo del diseño y ponen de manifiesto los cambios que introdujo en el mundo de la construcción y la vigencia que siguen teniendo sus innovaciones estilísticas.

Se tratarán temas como la arquitectura rural y vernácula, la casa que construyó en Frigiliana, la modernidad y los rastros que Rudofsky ha dejado inevitablemente en la arquitectura española.