El color se convierte en un aliado fundamental para este artista que continúa centrado en sus ya tan características temáticas metafóricas, encauzando sus obras a través de mitos y escenas cotidianas e introduciendo elementos oníricos.

Franco comenzó a exponer su obra individualmente en Pamplona en la década de los setenta e inmediatamente en la Galería Amadís de Madrid, ciudad en la que desde entonces su presencia es constante. En 1989 se le adjudica el concurso para la realización de las pinturas murales de la Real Casa de la Panadería (Plaza Mayor, Madrid). Ya anteriormente había realizado las ilustraciones en grabado para una edición de La Eneida de Virgilio.

Amplia trayectoria

En 2004 pudo contemplarse su obra en una muestra itinerante organizada por SEACEX en el Museo del Canal Interoceánico (Panamá), Centro Cultural de España (Cartagena, Colombia), Museo Óscar Niemeyer (Curitiba, Brasil), Sala de Exposiciones del BBVA (San José, Costa Rica) y Centro Caixa Económica Federal (Salvador de Bahía, Brasil).

Su obra se encuentra en numerosas colecciones y museos, como, entre otros, La Caixa, el Instituto de Empresa, la Fundación ICO, el Museo de Vitoria, el Banco Hipotecario, Tándem DDM, el Banco Europeo de Inversiones, Loewe, Argentaria, la Fundación Mapfre, el Comité Olímpico Internacional, la Colección Testimonio (La Caixa), el Museo Reina Sofía o el Ayuntamiento de Madrid.