La incorporación del acordeón como instrumento de concierto (un fenómeno reciente en comparación con otros instrumentos) ha fomentado un creciente número de obras directamente concebidas para él. Pero esta misma circunstancia ha provocado que, de forma regular, los programas de conciertos integren arreglos de obras en origen pensadas para otra instrumentación. Estos dos tipos de repertorios, originales y transcripciones, conforman los ejes que se fusionan en los tres conciertos de este ciclo, logrando así una mezcla de épocas y estilos. Cuatro obras de compositores españoles sonarán por primera vez en este ciclo.

Su historia

En el principio fue la lengüeta libre. Este artefacto sonoro consiste en una lámina, sujeta por una de sus extremidades, que gracias a la acción del viento oscila libremente, es decir, sin chocar con una superficie (como ocurre con la lengüeta simple de los clarinetes y saxofones) o con otra lengüeta (como las lengüetas dobles de los oboes y fagotes). Conocida desde la Prehistoria, en Europa no co­menzaría a experimentarse con ella hasta el siglo XVIII con la idea de aplicarla a los órganos.

La gran revolución organológica que tuvo lugar en el primer tercio del siglo XIX se extendió a este elemento dando lugar a distintos instrumentos. El primero fue la armónica, inventada en 1821
por un relojero alemán que, un año más tarde, le añadiría un fuelle vertical para liberar las manos (y la boca) del intérprete. Nacía así algo parecido al primer acordeón. Pero no fue hasta 1829 cuando un constructor de instrumentos austriaco pa­tentó un invento similar con el nombre de “acordeón” que no solo permitía interpretar la melodía sino acompañarla con acordes. Se iniciaba entonces la difusión del instrumento, que alcanzaría una extraordinaria popularidad a lo largo del siglo.

A pesar de la “juventud” del instrumento, su repertorio se extiende mucho más allá del siglo XIX. Del mismo modo, aunque el acordeón ocupó desde muy pronto un lugar destacado en diversas tradiciones de carácter popular, son numerosos los compositores que en el siglo XX se han acercado al instrumento, situándolo en un puesto preferente en las salas de concierto.

Sábado 8 de marzo

El sábado 8 de marzo, el acordeonista Iñaki Alberdi interpreta obras de Gabriel Erkoreka (1969), Antonio de Cabezón (1510­-1566) en diálogo con una obra de Erkoreka; Félix Ibarrondo (1943), Johann Sebastian Bach (1685­-1750), en arreglo de I. Alberdi; José María Sánchez­ Verdú (1968), con su obra Zuria en estreno absoluto; Joan Guinjoan (1931), Antonio Soler (1729­1783) y Jesús Torres (1965).

Iñaki Alberdi es un acordeonista muy comprometido con la música contemporánea que ha colaborado estrechamente con compositores como Sofía Gubaiduilina, Stockhausen, Joan Guinjoan, Erkoreka, Ramón Lazcano, Jesús Torres o Sánchez­ Verdú. Con la única excepción de la Suite para violonchelo nº 6 de Bach, el programa está compuesto íntegramente por obras de autores españoles. Un Tiento de IV tono de Cabezón sonará en diálogo con Cuatro diferencias de Erkoreka. Asimismo, varias sonatas de Antonio Soler se ofrecen enmarcadas por obras de autores españoles contemporáneos.

Sábado 15 de marzo

El sábado 15 de marzo, el Dúo Jeux d’Anches (Marko Sevarlic y Nikola Kerkez, dúo de acordeones) interpretan obras de Igor Stravinsky (1882­-1971), Wolfgang Amadeus Mozart (1756­-1791), Manuel de Falla (1876­-1946) (en arreglos del dúo); Jesús Torres (1965) (estreno absoluto y arreglos del dúo), de José María Sánchez­ Verdú (1965) y de Astor Piazzola (1921­-1991).

El dúo de acordeones es poco frecuente en las salas de concierto. Este programa del Dúo Jeux d’Anches (cuyo nombre significa “juego de lengüetas”, aludiendo al principio sonoro del acordeón), que combina arreglos de obras clásicas y neoclásicas con creaciones específicas para esta peculiar formación, permitirá conocer las inmensas posibilidades de esta agrupación, cuya sonoridad es tan extensa y variada como la de un gran órgano.

Sábado 22 de marzo

El sábado 22 de marzo, el acordeonista Ángel Luis Castaño interpreta obras de Johann Sebastian Bach (1685-­1750) y Manuel de Falla (1876-­1946) (en arreglos del propio Castaño), de Alexander Borodin (1833-­1887) (en arreglo de Friedrich Lips), de Gioachino Rossini (1792­1868) (en arreglo de Alexander Dmitriev), de César Camarero (1962) (estreno absoluto), de Vladislav Zolotaryov (1940­1973), de David del Puerto (1964) (estreno absoluto), y de Vladimir Zubitskiĭ (1953).

A Ángel Luis Castaño le han dedicado obras para acordeón compositores como Olavide, David del Puerto, Jesús Rueda, Tomás Marco, Jesús Torres, Josep Soler, Claudio Prieto, César Camarero o Polo Vallejo. Su recital se iniciará con varias transcripciones de corales bachianos para trasladarse luego a dos ámbitos geográficos concretos: España y Rusia. El periplo hispano, iniciado con Falla, recalará en autores como David del Puerto y su Segunda fantasía para acordeón o César Camarero y su Entreacto. El recorrido ruso, por su parte, contará con el arreglo de un Nocturno de Borodin, un Homenaje a Piazzolla de Zubitskiĭ y una Rapsodia española del acordeonista Zolotaryov.