Rubens fue el pintor flamenco más influyente, tanto en su época como en la actualidad. Este creador prodigioso, que apenas tenía competidores, se adentró en una amplia gama de temas, entre los que destacan los religiosos, las escenas mitológicas, los paisajes y los retratos. Sus cuadros, llenos de violencia y sensualidad, compasión y elegancia, han inspirado a numerosos artistas de todo el mundo durante varios siglos.

Comisariada por Nico Van Hout, la muestra de BOZAR acoge a un Rubens convertido en modelo a seguir por otros pintores como Van Dyck, Rembrandt, Velázquez o Picasso. «Los pintores de cada país se interesaron por un Rubens diferente, desde los españoles, que tomaron como modelo sus obras religiosas; pasando por los ingleses, que apreciaron sobre todo sus retratos; o los franceses, que se inspiraron en su parte más poética; los alemanes y austriacos admiraron su vitalidad; y posteriormente, los artistas románticos tomaron sus paisajes como modelo», asegura Van Hout.

Modelo a seguir

El discurso expositivo ofrece una visión general del artista ordenada temáticamente en siete apartados, el primero de los cuales es una introducción. En cada una de estas secciones se introducen obras de diferentes artistas que emularon su arte de una u otra forma. En la introducción se muestra a Rubens como heredero del arte de la antigua Roma y de Venecia. El apartado titulado Violencia acoge escenas de caza y obras de Delacroix; en Poder se presenta a Jordaens, Le Brun, Thornhill y Verrio.

Por su parte, las pinturas de Van Dyck, Jordaens, Watteau, Fragonard, Manet, Daumier, Renoir y Picasso se incluyen en Lujuria; mientras que en Compasión hay grabados y pinturas de Rembrandt, Coello, Delacroix y Van Gogh. En Elegancia se muestran cuadros de Van Dyck, Reynolds, Vigée Lebrun y Lawrence. La exposición finaliza con Paz. Paisajes de Gainsborough, Constable y Turner encuentran un lugar en esta sala con la obra de un Rubens en su momento culminante.