Coproducida por el Teatro Español y Secuencia 3, este drama intimista y mágico del realismo estadounidense está protagonizado por Silvia Masó, que interpreta a Amanda. La actriz está acompañada sobre las tablas por Carlos García, en el papel de Jim; Alejandro Arestegui, interpretando a Tom; y Pilar Gil, que se mete en la piel de Laura.

La obra es el retrato social de una familia sureña del pasado siglo, capitaneada por los deseos de la madre, cuya figura, insegura y obsesionada por el futuro de su hija, provoca una reflexión sobre el abismo existente entre el mundo que se quiere ver y la realidad.

El sueño americano

La obra retrata la vida de los Wingfield, una familia sureña estadounidense de los años 30: la madre, Amanda, obsesionada con salir de la pobreza y sacar adelante a su hija; la hija, Laura, una joven cuya leve cojera le ha transformado en un ser inseguro, volcada exclusivamente al cuidado de sus figurillas de cristal; el hijo, Tom, joven ambicioso que se debate entre el deber de cuidar a su familia y el deseo de salir al mundo; y finalmente, Jim, el deseado pretendiente que busca Amada para su hija. A su vez impacta la figura del padre ausente, que está en boca de los personajes y cuya fotografía se destaca en momentos clave.

El argumento gira alrededor de esta obsesión por encontrar un candidato para Laura. El relato aparece en la boca de Tom, quien es el vínculo directo de la familia Wingfield con los espectadores. A través de sus palabras el público conoce los pormenores de estos personajes, exponentes de la búsqueda frustrada del sueño americano.

Punto divertido y satírico

La obra tiene un punto divertido y satírico que Eduardo Galán y Francisco Vidal han acentuado creando una visión muy entretenida y humorística.

El zoo de cristal se estrenó por primera vez en Chicago, en 1944. A Broadway llegaría en la primavera del año siguiente gracias a Laurette Taylor con Julie Haydon, Eddie Dowling y Anthony Ross en el Playhouse Theater, manteniéndose en cartel durante 563 funciones.

Posteriormente fue llevada al cine en 1950 por Irving Rapper. En 1973 una adaptación televisiva fue protagonizada por Katharine Hepburn y Sam Waterston. Y en 1987 se estrena de nuevo en el cine dirigida por Paul Newman.