La exposición Grandes Maestros reúne un plantel de artistas cuyos nombres son referentes dentro de la historia del arte contemporáneo español, ofreciendo al visitante una visión en profundidad de la vertiente creativa gráfica de estas figuras de excepción.

Entre los artistas presentes está Joan Miró (Barcelona, 1893 -­ Palma de Mallorca, 1983), uno de los grandes representantes del Surrealismo, cuya obra se caracteriza por una marcada creatividad de tintes oníricos, que brota directamente del inconsciente del artista y se materializa en trazos abstractos y fluidos con predominio de azules, rojos, amarillos, verdes y negros.

Antoni Clavé (Barcelona, 1913 ‐ Saint Tropez, Francia, 2005) desarrolló su carrera artística en París, donde entró en contacto con el propio Miró, pero también con Picasso y Juan Gris. Su vertiente como grabador no se puede desligar de su labor como pintor. En la muestra se pueden ver unas obras que fluctúan entre la referencia figurativa y la abstracción.

Con relación a las técnicas, Clavé trabajó la litografía y el aguafuerte, aunque su reconocimiento dentro del panorama gráfico llegó de la mano de la experimentación con la técnica del carborundo que le permitió crear unos grabados más complejos y de lenguaje más abstracto.

Informalismo y Expresionismo

El terreno del informalismo está representado por dos figuras de excepción como son Tàpies y Lucio Muñoz. Antoni Tàpies (Barcelona 1923 – 2012) es uno de los máximos exponentes de este movimiento a nivel mundial, con una abstracción gestual, matérica y simbólica. En 1948 fundó el grupo Dau al Set y desde entonces experimentó con múltiples soportes, técnicas y materiales, tanto pictóricos como extrapictóricos.

Por otro lado, Lucio Muñoz (Madrid, 1929 – 1998), otro de los máximos exponentes del informalismo español, realiza en los años 80 una serie de grabados en color y en gran formato que le sirven para obtener conocimientos que aplicar posteriormente a su pintura.

La corriente expresionista viene de la mano de Juan Barjola (Badajoz, 1919 ‐ Madrid, 2004), pintor que destacó por un gran dominio del color y del gesto. Su obra gráfica, una prolongación más de su trabajo pictórico, presenta las mismas temáticas y rasgos formales pero aplicados a esta disciplina. Las Tauromaquias de la exposición constituyen uno de los ejemplos más representativos dentro de su producción.

Otro de los grandes, Eduardo Chillida (San Sebastián,1924 -­ 2002), es conocido fundamentalmente como escultor de trabajos en hierro y en hormigón. Pero una de las facetas más interesantes en su obra es el grabado, donde pueden encontrarse numerosos puntos de contacto con sus esculturas. Podría decirse que sus grabados traducen ideas formales y espaciales de su escultura.

En activo

Los artistas restantes que participan en la muestra aún están en activo, es el caso de Valdés, Antonio López, Gordillo y Barceló.

Manolo Valdés (Valencia, 1942) fundó en 1964 junto a Juan Antonio Toledo y Rafael Solbes Equipo Crónica, un grupo artístico caracterizado por el compromiso político y social. Tras su disolución en el año 1981, Valdés siguió trabajando en solitario y experimentó con nuevas formas de expresión. Su obra gráfica, de gran formato, se caracteriza por su colorido y el sentido de tactilidad que otorga a los materiales.

Antonio López (Ciudad Real, 1936) busca en la cotidianidad que le rodea aquellos asuntos dignos de ser presentados y lo hace de manera lenta y muy meditada, con un detallismo que roza la precisión fotográfica. La exposición ofrece al público la oportunidad de ver un fantástico ejemplo de su obra gráfica. Mientras que la obra de Luis Gordillo (Sevilla, 1934) parte de combinaciones formales complejas y juegos de simetría. A la variedad técnica, temática y la multiplicidad de estilos inspiradores (figuración, abstracción, arte pop) de este artista se añade su marcado interés por el cine, la música y el psicoanálisis, que se manifiesta a través de su habitual alargamiento de las formas, una especie de anamorfosis de reminiscencias freudianas y lacanianas.

Por último destaca la obra de Miquel Barceló (Felanich, Mallorca, 1957) de marcado expresionismo y aglutinadora de influencias como Joan Miró, el action painting de Pollock, el informalismo de Tàpies, el arte conceptual y el art brut. Entre las características de su obra hay que destacar la inspiración en la naturaleza, su flora y su fauna. Los grabados exhibidos en la muestra representan peces y anguilas.