Comisariada por Sergio Rubira, la muestra evidencia cómo la exposición es un lenguaje que media y modifica la interpretación de las obras. Para ensayar algunos de estos montajes históricos se utiliza la colección del CA2M y la de la Fundación ARCO. Pero no se trata de reconstruirlos, sino de comprobar cómo funcionarían hoy esas mismas estructuras para poner en evidencia cómo la percepción y el significado de las obras quedan condicionados por el modo en el que se exhiben; o dicho de otro modo, cómo estos elementos median y modifican su interpretación.

Estos dispositivos traducían la idea que se tenía de arte, exposición y espectador en las épocas en las que se desarrollaron e incluso pueden vincularse a la representación del poder y asociarse al concepto de autoridad y de construcción de identidades. La exposición toma su título de la muestra que se inauguró en 1959 en el MoMA de Nueva York y que se llamó Toward the New Museum of Modern Art (Hacia el Nuevo Museo de Arte Moderno). Esta rompía con el montaje en ‘cubo blanco’, que el MoMA había institucionalizado como forma de ver el arte contemporáneo, y recuperaba el modo abigarrado de instalar de los museos decimonónicos para dramatizar la falta de espacio y la necesidad de una ampliación. Alfred H. Barr, su comisario, utilizaba muy conscientemente los recursos del lenguaje de los dispositivos de exposición.

«Cada vez se es más consciente de que el montaje tiene una serie de implicaciones», dice Sergio Rubira, comisario de la muestra, quien habla de cómo en la actualidad domina el ‘cubo blanco’, un tipo de montaje que considera a la obra algo autónomo, universal, eterno, heredero de los presupuestos de la Ilustración. Sin embargo, Rubira opina que, pese a ello, cada vez más se considera el montaje como un concepto que aporta un sentido y una nueva percepción de las obras expuestas.

Colección XIII. Hacia un nuevo museo de arte contemporáneo se apoya en cuatro hitos de la historia de la museografía del arte contemporáneo en Madrid: la fundación del Museo del Prado en 1819; el Museo de Arte Moderno, inaugurado en 1898, a petición de los propios artistas de la época que demandaban un espacio propio; el proyecto no realizado que el arquitecto Fernando García Mercadal hizo durante la II República; y por último, la inauguración en 1959 del Museo de Arte Contemporáneo en Madrid y los dispositivos creados para este museo por su primer director, el arquitecto José Luis Fernández del Amo, como la denominada Sala Negra.

Publicación sobre la exposición

Artistas participantes

Alberto, Karel Appel, Ibon Aranberri, Elena Asins, Dis Berlin, James Bishop, Bleda y Rosa, Elina Brotherus, Javier Campano, Joan Cardells, Ceesepe, Chema Cobo, Costus, John Chamberlain, Hanne Darboven, Thomas Demand,b Equipo 57, Esther Ferrer, Joan Fontcuberta, Alberto García Alix, Pablo Gargallo, David Goldblatt, Julio González, Rodney Graham,Katharina Grosse, Arturo Herrera, Roni Horn, El Hortelano, Axel Hütte, Concha Jerez, Anish Kapoor, Lucia Koch, Luisa Lambri, Teresa Lanceta, Ouka Leele, Sol Lewitt, Lucebert, Sigfrido Martín Begué, Ana Mendieta, Mitsuo Miura, Antoni Muntadas, Nazario, Ortega Muñoz, Jorge Oteiza, Pablo Palazuelo, Perejaume, Adrian Piper, Georges Rousse, Antonio Saura, Néstor Sanmiguel Diest, Carolee Schneemann, Kiki Seror, Soledad Sevilla, Melanie Smith, Susana Solano, Jesús Rafael Soto, Antoni Tàpies, Frank Thiel, Wolfgang Tillmans, Francesc Torres, Miguel Trillo, Dario Urzay, Eulàlia Valldosera, Patricio Vélez.