Las tres series que vertebran esta muestra son Antropología de la mula (2007-2011), ¿Quién dice qué a quién? (2016-2017) y una de reciente producción titulada El retorno de lo reprimido (2017).

Adriana Bustos. Antropología de la mula, 2009. De la serie ANTROPOLOGÍA DE LA MULA (2007-2011). Cortesía de la artista.

Adriana Bustos. Antropología de la mula, 2009. De la serie ANTROPOLOGÍA DE LA MULA (2007-2011). Cortesía de la artista.

La primera de ellas, iniciada en 2007, traza un paralelismo entre las rutas coloniales y las rutas del narcotráfico en América Latina, a la vez que interpreta el tráfico de personas y cosas como aspecto sustancial de las dinámicas económicas de explotación, producción y comercialización, desde la época de las colonias hasta nuestros días. Este proyecto tiene su continuación en El retorno de lo reprimido (2017), en el que Bustos investiga el comercio con esclavos negros a principios del siglo XIX desde los puertos españoles, particularmente el de La Coruña, hacia América.

Entre ambos continentes

En paralelo, la artista indaga sobre las conexiones que existen entre ambos continentes en relación al tráfico de drogas actual. Esta dualidad geográfica y temporal se refleja asimismo en el proyecto ¿Quién dice qué a quién? (2016-2017), en el que establece paralelismos sobre la censura sufrida por la prensa y otras profesiones creativas durante las dictaduras española y argentina, haciendo hincapié sobre la cibernética como sistema de control social y la propaganda como creadora de opinión pública.

Prosa del observatorio toma su título de la obra homónima de Julio Cortázar (1972), en la que el autor argentino establece correspondencias entre la migración de las anguilas por los ríos europeos y las observaciones nocturnas del maharajá Jai Singh, creador de observatorios astronómicos durante siglo XVIII en Jaipur y Delhi.

Al modo de Cortázar, Adriana Bustos despliega su pensamiento para determinar significados relacionales ocultos entre acontecimientos históricos enmarcados en periodos cronológicos diferentes. El título podría sintetizar el trabajo de Bustos, dejando patente su posición como observadora de la historia y su adscripción al análisis de una de las acepciones de la palabra prosa: “el aspecto o parte de las cosas que se contrapone al ideal y la perfección de ellas”.

Investigación histórica

Bustos es una artista interesada en las prácticas documentales que emplea la instalación, el vídeo, la fotografía o el dibujo como medios para desarrollar un discurso narrativo en el que predominan las reflexiones sobre las opresiones sociales, políticas o religiosas, en una interpretación no lineal de la historia.

Su obra se refiere a hechos históricos acontecidos a ambos lados del Atlántico, en diferentes periodos cronológicos que van desde la época colonial hasta la actualidad. Su práctica parte de un trabajo de campo en el que lleva a cabo una investigación heterogénea relativa a la historia, las ciencias sociales y las ciencias naturales.

Su capacidad asociativa y la yuxtaposición de datos se traduce en obras que, a modo de recursos didácticos, proporcionan información, aparentemente desordenada e inconexa, de personajes, objetos, anuncios publicitarios, mapas, documentos, rutas, códigos genéticos o estudios botánicos, a través de las cuales traza un relato no lineal de la historia con el que releer algunos acontecimientos históricos.

Vista de la exposición "Prosa del Observatorio" de Adriana Bustos. MUSAC.