Esta muestra forma parte de nuestro especial 15 exposiciones extraordinarias junto al mar. ¿Quieres ver el resto de recomendaciones?

Durante sus años de formación, la obra de Anzo se alineó con la práctica de una figuración expresionista y la inmersión, poco tiempo después, en la pintura informalista. En 1964, su obra experimentó un cambio radical, tanto plástico como conceptual, al asumir las tesis renovadoras que dieron lugar a la creación del grupo Estampa Popular de Valencia –del que fue miembro fundador– en un contexto de gran agitación antifranquista en la ciudad y, más en concreto, en la universidad.

1967 será un año clave en su trayectoria, ya que participó en la Bienal de São Paulo, e inició su serie de obras Aislamientos, un conjunto de pinturas y grabados que no terminará hasta veinte años después, en 1985. En ellos el artista abordaba el pesimismo, la alienación e incomunicación del individuo atrapado en el laberinto de las estructuras de dominación, a través de obras realizadas con materiales inusuales en la época, como fotolitos, aceros pulidos, plásticos, rodamientos y representaciones de circuitos de computadora.

Precisamente la exposición del IVAM, que no se concibe como una muestra antológica o retrospectiva al uso, toma como objeto de estudio esta serie, su corpus de obra más visionaria e innovadora, para recrear, a través de sus pinturas, documentos de archivo, libros y películas documentales, el debate intelectual surgido en los años sesenta y setenta en torno a los espacios distópicos, es decir, ambientes claustrofóbicos, alienantes y antiutópicos.

Anzo. Aislamiento 29, 1968.

Anzo. Aislamiento 29, 1968.