Comisariada por Mª Jesús Folch, Sergio Rubira –también subdirector de Colección y Exposiciones del centro– y el propio director del IVAM, Jose Miguel Cortés, la muestra presenta una nueva lectura de la colección partiendo de unos de sus núcleos centrales, el Pop Art.

Además, en ella se pone en relación el contexto histórico, que pivota entre los años 30 y la actualidad, y el papel crítico que adoptó el arte frente a los hechos políticos, sociales y económicos del momento, como fueron las dos guerras mundiales, la Guerra Civil, la industrialización y la sociedad vista desde los mass media, así como la aparición de los feminismos y la teoría de género o las migraciones.

Relato y retrato

Con obras de artistas como, entre otros, Eduardo Arroyo, Robert Rauschenberg, Bruce Nauman, Hadjithomas & Joreige, Martha Rosler, Rula Halawani, Equipo Crónica, Darío Villalba, Luis Gordillo, Benjamín Palencia, André Masson, James Rosenquist, Dora García, Carmen Calvo, Jasper Johns, Khatarina Fritsch, Claes Oldenburg, Richard Prince, Victoria Civera, John Baldessari, Öyvind Fahlström, Antoni Muntadas, Gillian Wearing, Cindy Sherman, Valery Export, Annette Messager, Esther Ferrer, Pierre Molinier, Ahlam Shibli, Pepe Espaliú, Michel Journiac, Claude Cahun, Guillermo Kuitka, Rogelio López Cuenca, Francesc Ruiz, Mona Hatoum, Yto Barrada, Nadia Benchallal, el IVAM hace un relato y un retrato de esta época desde la mirada de estos y otros creadores procedentes de diversos lugares del mundo.

Una escultura de grandes dimensiones, el Prometheus de Jacques Lipchitz, se alza a más de dos metros de altura a la entrada de la Galería 4 y da la bienvenida al visitante simbolizando la metáfora de lo que va a encontrar dentro: la reivindicación de los artistas como creadores de discursos y lenguajes que se enfrentaron a lo establecido y protectores de la libertad del hombre ante las imposiciones sociales, políticas o económicas. A través de esta escultura, su autor quiso hacer un monumento al hombre y a su poderosa libertad, recurriendo al mito de Prometeo en un contexto en el que ya se vislumbraban las tensiones políticas en Europa previas a la Segunda Guerra Mundial, así como el creciente poder de Alemania, simbolizada por un águila. La pieza se expuso en la Exposición Universal de París de 1937 y, como si de una premonición se tratara, fue destruida y retirada del lugar en el que fue exhibida.

Al entrar en la Galería 4 comienza la exposición distribuida en seis conceptos: Violencia y Poder, Mundos Ocultos, Duchamp y el Mundo de los Objetos, El Cuestionamiento de las Imágenes, Cuerpos Disidentes y Periferias Urbanas.

Inéditas

El 45% de las obras de esta muestra no se han mostrado nunca o en muy pocas ocasiones, y a ellas se añade una obra cedida en depósito por el Museo Reina Sofía por cinco años, una colaboración de Andy Warhol con Basquiat durante la Guerra Fría.