Las obras que conforman esta muestra han sido realizadas entre 2010 y 2019 y dos de ellas –Naturaleza (2019) y Jardín salvaje (2019)– han sido producidas por TEA y se muestran al público por primera vez.

Para Gilberto González, director artístico del centro de arte, esta muestra «entronca muy bien con las líneas que se han propuesto para el centro de investigación y comprensión de la realidad». «Lo que hay en esta exposición es un hacer de la artista sobre una reflexión, sobre una realidad cada vez más compleja en la que se entremezclan una serie de cuestiones que no nos hacen ver o que no nos hacen entender la complejidad del mundo en el que vivimos».

Yolanda Peralta, su comisaria, considera que Jardín salvaje es una «invitación a pararse a pensar o a que nos replanteemos cómo ha sido la relación de la humanidad con el entorno» y se fija en esa contradicción que marca nuestra relación con la naturaleza: «Lo que hay aquí es la imposibilidad, a pesar de nuestros intentos, de controlar lo natural». Pero también hay un canto a la esperanza. «Hay que volver a establecer nuestra relación con la naturaleza desde la empatía».