Como recuerda Albertí, «en el océano que es el Siglo de Oro, una niebla espesa esconde el archipiélago de los autos sacramentales, un género escénico que ha quedado prácticamente inexplorado por nuestros escenarios». Para el director y músico, estos eran una «gran fiesta edificada sobre un universo filosófico («teológico», dirían sus contemporáneos), dirigida a un espectro amplísimo de la sociedad. Igual que las tragedias griegas o que la lírica cómica del XIX, es teatro político para la multitud urbana. Por eso, la naturaleza alegórica de sus personajes tanto nos remite a las crisis clásicas que encontramos en los primeros trágicos democráticos y sus reflexiones sobre las ideologías arcaicas, como a las picarescas denuncias que lanzaban las revistas musicales del Paralelo barcelonés o de la Gran Vía madrileña, con personificaciones voluptuosamente simbólicas de la realidad política».

La obra, que se representa sobre un carrusel de colores y en la que la música –entre la ópera y la rumba catalana– juega un papel fundamental, presenta a un padre que ofrece a uno de sus dos hijos, Buen Genio y Mal Genio, toda su fortuna y la mano de la mujer que aman, Gracia. El progenitor les envía al mercado con un talento y decide que quien mejor lo gaste obtendrá el premio. Sin embargo, en el mercado los hermanos se enfrentarán a toda clase de tentaciones.

Albertí considera que los autos de Calderón, «tan atentos a los seísmos que prepararían las bases de una Modernidad aún eurocéntrica, interpelan muy directamente a nuestra contemporaneidad, con las nuevas y profundas transformaciones que nos ha tocado vivir».

Reparto

Cristina Arias
Alejandro Bordanove
Antoni Comas
Elvira Cuadrupani
Jordi Domènech
Rubèn de Eguía
Roberto G. Alonso
Oriol Genís
Lara Grube
Silvia Marsó
Jorge Merino
Mont Plans
Aina Sánchez
David Soto Giganto

 

– Encuentro con el público: 17 de octubre de 2019.

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