Esta caja, con centenares de imágenes inéditas, es ahora conocida como “la caja roja” y supone una nueva aportación de gran relevancia al patrimonio fotográfico español, especialmente en lo que concierne a la guerra, al mismo tiempo que resitúa a Campañà como uno de los grandes nombres de la fotografía de nuestro país en el siglo XX.

La muestra descubre un número importante de estas fotografías inéditas, jamás positivadas ni por el propio autor. La mayoría de las piezas procede del fondo de su familia, que ha decidido hacer un depósito al Museo de 63 obras de su etapa pictorialista anterior a la guerra. Una parte de estos materiales se muestran también por primera vez en la exposición.

Contrastes

Campañà se puede definir como un fotógrafo de contrastes. Se inició muy pronto y se convirtió en uno de los pictorialistas más premiados del mundo. De hecho, su obra ya formaba parte de la colección del MNAC como representante de esa corriente. Pronto se integró en la renovación estética de la vanguardia europea y utilizó las técnicas pigmentarias del pictorialismo pero con una mirada que bebe de la Nueva Visión. Las diagonales, los picados y unos encuadres atrevidos pasan a ser su manera de plasmar la realidad.

El fotógrafo mantendrá esta mirada durante la Guerra Civil, a pesar de que la crudeza de la realidad que le rodea hace que su fotografía sea más directa y rápida. Campañà realizó más de 5.000 fotografías durante los años del conflicto, capturando todo lo que veía en un intento de superar el trauma a través del visor de la cámara. Fotografía la complejidad de su tiempo sin autocensura ni concesiones a ninguna causa determinada.

Sin concesiones

Las milicianas, los refugiados que llegan de Andalucía a Barcelona en enero de 1937, las ruinas después de los bombardeos, los comedores populares, el entierro de Durruti o la exhibición de las momias de las monjas de las Salesas en el paseo de Sant Joan estuvieron bajo su objetivo. Campañà recoge escenas de la vida diaria, entre lo cotidiano y la violencia de la guerra y, finalmente, en 1939, la retirada del Ejército republicano y los desfiles franquistas. Es entonces cuando decide encerrar la guerra en una caja para intentar comenzar de nuevo.

La posguerra supondrá para Campañà una adaptación traumática, y la recuperación y dedicación intensa a temas como los deportes, los paisajes o escenas de la modernidad, cuando ésta empezó a llegar. Vista en su globalidad, su obra recorre el siglo XX en su complejidad y con sus contradicciones. Esta exposición descubre a un artista incansable que intentó llegar a todos los ángulos del mundo de la fotografía.

Conferencia inaugural, Antoni Campañà y las tensiones del siglo XX: