El Museo de Bellas Artes de Valencia acoge hasta el 23 de mayo la exposición Joaquín Agrasot. Un pintor internacional. Comisariada por Ester Alba, profesora de Historia del Arte de la Universitat de València, y Rafael Gil, catedrático también de la UV, esta muestra –con más de un centenar de obras la mayor hasta la fecha– recorre su carrera desde las distintas disciplinas que trabajó a lo largo de su dilatada vida.

A Agrasot se le ha venido definiendo como un artista realista y costumbrista, asociado al naturalismo regionalista valenciano de la segunda mitad del siglo XIX. Sin embargo, aunque comúnmente se le ha venido enmarcando como representante de las formas estereotipadas tradicionalistas del costumbrismo, su vibrante paleta cromática, el empleo de la luz y de una pincelada muy particular lo aproximan a las formas preciosistas que permiten encuadrarlo dentro de la pintura moderna coincidente con la corriente artística internacional.

Ester Alba destaca que esta exposición pretende mostrar a Agrasot como el pintor poliédrico que fue, un artista que trabajó todos los géneros con una mirada muy amplia. Además, la muestra incide especialmente en su proyección internacional, con obras en los mercados inglés, francés e italiano, además de su paso por Argentina, México y EE.UU., sin olvidar su participación en las más importantes exposiciones nacionales e internacionales.

En la exposición se pueden admirar las obras del Museo Nacional del Prado Lavandera de la Soarpa(en los Estados Pontificios) y Las dos amigas (la más conocida del artista), premiadas en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1884 y 1887, respectivamente.

Joaquín Agrasot. Un pintor internacional ya se pudo ver en el Museo de Bellas Artes Gravina (MUBAG) de la Diputación de Alicante.

Renovación realista

Hijo de confiteros, Agrasot estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia con Francisco Martínez Yago. Después continúo su formación en Roma, destino principal de los pintores de la época. Allí conoció a Eduardo Rosales, Casado del Alisal y a Mariano Fortuny, que influyó decisivamente en su obra y con quien entabló una profunda amistad (en esta muestra se presentan dibujos de Fortuny pertenecientes a la Biblioteca Nacional en los que se aprecia esa estrecha relación y sirven, además, para acercar al público el entorno familiar de Agrasot).

El oriolano es una figura capital en la renovación realista de la pintura valenciana, dedicado al costumbrismo regionalista y a las escenas de género, aunque también cultivó el desnudo, los temas orientalistas, el retrato y la pintura religiosa.