Ambos comisarios coinciden en subrayar que, además de gran escultor, Martín Chirino (Las Palmas de Gran Canaria, 1925 – Madrid, 2019) fue un destacado intelectual, muy interesado en la filosofía y el pensamiento, y que también destacó por su defensa de la cultura, lo que le llevó a ser impulsor de proyectos como, además del CAAM, la rearticulación del Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Con su fragua y su martillo, se mantuvo fiel a su propio estilo, con el metal como principal herramienta de expresión y siempre desde la reflexión y la independencia de las corrientes que se sucedieron en Europa desde la década de los cincuenta.
La propuesta expositiva incluye 74 obras de distintos formatos, que van desde prototipos hasta grandes piezas, además de una selección de documentos de su archivo, dibujos, bocetos, collages y dos obras audiovisuales, de Dácil Manrique de Lara y Miguel G. Morales, creadas expresamente para la ocasión.
Coherencia
La retrospectiva permite contemplar la vitalidad del trabajo de Chirino y la coherencia de su imaginario creativo desde un planteamiento cronológico, pero que también atiende al desarrollo de las series que creó a lo largo de su medio siglo de trayectoria y que conforman un conjunto armónico. Cada una de ellas es una unidad creativa que incluye obra escultórica, pero también bocetos, dibujos y grabados. Las principales están aquí presentes: Reinas Negras, Composiciones informalistas, Vientos, Ladies, Inquisidores, Penetrecanes, Cabezas. Crónica del siglo XX, Alfaguaras, Afrocanes, Aeróvoros, Raíces, Paisajes, etc.
«Martín Chirino parte del hierro como metal conductor de una obra que busca su máximo potencial expresivo con un mínimo de materia», destaca Castro Flórez. «Sus esculturas, por lo común de grandes dimensiones, responden a un doble impulso: por un lado, el diálogo con el arte primitivo y los materiales y el paisaje de Canarias, leídos con los ojos de la evocación imaginativa y la memoria de aquel artista adolescente que soñaba con mover el horizonte de su playa; por otro, un poderoso impulso sígnico que genera todo tipo de geometrías espaciales, por lo general curvas (espirales), capaces de iluminar el espacio que las rodea y de ser a la vez, para quien las contempla, enigma y revelación».
Alegoría del viento
«En la estética de Martín Chirino es fundamental la forma en espiral que evoca el viento. Un símbolo como alegoría del viento, pero también el aliento y el soplo creador, una encarnación de la potencia del caos y de su resolución en momentos de suspensión plenos de intensidad. Las extraordinarias esculturas de Martín Chirino rompen las dicotomías, evocando al mismo tiempo lo aéreo y el elemento acuático, la sensación de soledad y el anhelo de fortalecer los vínculos comunes, la obsesión por la identidad canaria y el más lúcido de los cosmopolitismos. A través de sus obras penetramos en la experiencia radical de la modernidad, contemplamos una impresionante proyección espacial, con pliegues y repliegues de una hermosa modulación que torna ligero lo pesado, en una búsqueda del origen que mantenga abierta la esperanza. Conmemorar la poética del espacio de Martín Chirino supone atreverse a pensar el destino de nuestra época, intentando trazar itinerarios, incluso en espiral y, en definitiva, hacia el autoconocimiento, que propicien una buena vida en la que la belleza no sea un territorio prohibido».
(Fernando Castro Flórez)
Aunque la mayoría de sus esculturas están realizadas en hierro, el bronce es el otro material más utilizado para la elaboración de sus piezas. Muchas de las más conocidas son monumentales y se encuentran ubicadas en espacios públicos. Solo en Canarias destacan, entre otras obras, sus grandes espirales del viento en la cubierta del Parlamento de Canarias o en la calle Mayor de Triana; El Pensador, icono de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, o Lady Harimaguada, en la Avenida Marítima de la ciudad, así como la Gran cabeza africana, que sobresale en la sede social de CajaCanarias en Santa Cruz de Tenerife.
Además de 11 obras que forman parte de la Colección del CAAM, las piezas que conforman Crónica del siglo proceden de 25 colecciones privadas y de instituciones públicas españolas como el Museo Reina Sofía, el IVAM, el Museo Patio Herreriano, el Museo de Arte Abstracto de Cuenca o de TEA Tenerife Espacio de las Artes.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, su ciudad natal, inauguró en 2015 la Fundación de Arte y Pensamiento Martín Chirino en el Castillo de la Luz, una fortaleza de finales del siglo XV convertida desde entonces en un espectacular espacio museístico dedicado al estudio, difusión, exhibición de su obra y a la promoción de la actividad artística y cultural en la ciudad. Una fundación concebida, en palabras del propio Chirino, como «un organismo vivo de difusión artística y cultural; una plataforma integral para la reflexión y el debate». Esta institución, hoy dirigida por Jesús María Castaño, conmemora este año el centenario del artista con un amplio programa de actos culturales en el que sobresale esta exposición.
SEMINARIO. Días 14 y 15 de mayo, a las 19.00 horas. Intervienen: Miguel Cereceda, Ángeles Alemán, Pedro Alberto Cruz y Dalia de la Rosa, además de los comisarios, Fernando Castro Flórez y Jesús María Castaño.
Criaturas aéreas

Antonio Morales. Foto: Quique Curbelo.
Para Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria, institución de la que depende el CAAM, este proyecto busca «mantener vivas las enseñanzas de Martín Chirino y convertirlas en ejemplo de ciudadanía, de valentía artística, política y social. Estoy convencido de que esta exposición nos ayudará a forjar nuestros esfuerzos mientras contribuimos a situar su memoria en el lugar que merece, en lo más alto, donde vuelan inmóviles pero eternas, majestuosas e imparables, sus criaturas aéreas».