La obra se desarrolla en tres fechas concretas, 1919, 1929 y 1945, y mientras sus protagonistas suben y bajan peldaños nos hacen partícipes de la vida antes y después de la Guerra Civil. Durante este tiempo, los hijos se convierten en padres, los padres en abuelos y los abuelos… se van.

‘Historia de una escalera’. Fotografía: Javier Naval / Teatro Español.

Gentes humildes con ganas de comerse el mundo en la juventud que acaban por perder la ilusión intentando sobrevivir en una sociedad dura donde no llega ni para pagar la luz, escena con la que Buero inicia el drama. En el Español asistimos, sin embargo, a una escena previa de apertura en la que se nos presenta a todos los personajes al tiempo. Un recurso musical que poco tiene que ver con la tragedia que está por llegar y forma parte de las pequeñas licencias que la representación se permite. Quizás un poco forzada la inicial, más acertadas el resto.

A pesar de los saltos en el tiempo, no hay fractura entre generaciones, sus historias se entremezclan y los errores de juventud se repiten una y otra vez hasta el punto, curiosamente, de provocar la hilaridad dramática de una parte del público mientras al resto se nos encoge el corazón.

En la dirección, Helena Pimienta, que consigue transportarnos hasta esa vieja y triste escalera donde sus habitantes parecen condenados a vivir para siempre. No hay lugar para la esperanza, los sueños se ven truncados con el devenir de los años y las pasiones, bien por prohibidas bien por inconvenientes, están abocadas al fracaso y la desdicha de quienes en algún momento las gozaron. Estamos ante un drama humano universal que sumado a los problemas de vivienda y la carestía de la vida bien podemos aplicar a la actualidad.

La obra respeta fielmente el texto original, sencillo pero vehemente, donde todo encaja a la perfección y el peso de la interpretación cobra aún más fuerza. Casi veinte actores dan vida a estos desdichados personajes que en lugar de dinero heredan la desdicha de sus progenitores.

– Consulte el programa de mano.

Ficha artística

Autor: Antonio Buero Vallejo

Dirección: Helena Pimenta

Reparto:

Cobrador de la luz / Señor bien vestido: David Bueno

Generosa: Juana Cordero

Paca: Gloria Muñoz / Puchi Lagarde

Elvira: Gabriela Flores

Doña Asunción: Luisa Martínez Pazos

Don Manuel: Mariano Llorente

Trini: Concha Delgado

Carmina: Marta Poveda

Fernando: David Luque

Urbano: Agus Ruiz

Rosa: Carmen del Valle

Pepe: José Luis Alcobendas

Señor Juan: Javier Lago

Joven bien vestido: Alejandro Sigüenza

Manolín: Darío Ibarra / Eneko Haren / Nicolás Camacho

Carmina, hija: Andrea M. Santos

Fernando, hijo: Juan Carlos Mesonero

Escenografía: José Tomé y Marcos Carazo

Vestuario: Gabriela Salaverri

Iluminación: José Manuel Guerra

Movimiento: Nuria Castejón

Caracterización: Moisés Echevarría

Ayudante de dirección: Abel Ferris

Ayudante de vestuario: Sabina Atlanta

Residente de ayudantía de dirección: Majo Moreno

Asistente artístico: Víctor Barahona