Nomura trabajó durante veinte años como ayudante de Nobuyoshi Araki (Tokio, 1940), uno de los fotógrafos nipones más reconocidos. A partir de 1993 comenzó a exponer con frecuencia en Japón y en otros países asiáticos, así como en Europa y México. Junto a sus imágenes, los fotolibros componen una gran parte de su producción, de los que ha publicado 34 hasta la fecha, y a los que esta exposición dedica especial atención.
La retrospectiva, comisariada por Enrique Juncosa, toma su título de Tender is the Night, la célebre novela de Francis Scott Fitzgerald publicada en 1934. Al igual que en la narración, los protagonistas de las escenas que conforman las fotografías de Nomura son jóvenes y atractivos. Además, muestran el poder y la tensión del deseo erótico, pero con gran ternura.
Sus desnudos, por los que es más conocida, realizados casi siempre en blanco y negro, en atmósferas nocturnas, misteriosas y llenas de sombras, con grano visible o desenfocadas, se alternan con otras imágenes de animales, naturalezas muertas, especialmente flores, vistas de ciudades, interiores de habitaciones de hotel, fenómenos atmosféricos, luces y reflejos en movimiento, por citar solo algunas temáticas que, en su conjunto, sugieren connotaciones temporales que remiten al cine. Escenas que el espectador puede intuir, cargadas de sentidos alegóricos como lo transitorio de las cosas, la fugacidad de los instantes y, en definitiva, el transcurrir de la vida.
Tres claves
El desnudo. El primer libro de Nomura, titulado Naked Room (La habitación desnuda, 1994), contiene una cubierta en la que aparece el perfil del busto de un hombre joven desnudo, con grano grueso y bajo contraste, desenfocado. Estas son algunas de las características que a partir de ese momento definirán la obra de la artista. La historia de la fotografía de desnudo explica, sin embargo, que, por lo general, esta ha sido creada por hombres, que han usado el cuerpo femenino como objeto a retratar y, por lo tanto, se ha destinado a la mirada masculina. Al centrarse en el cuerpo masculino, Nomura ha subvertido las reglas y ha desafiado los estereotipos de toda una tradición con gran peso, tanto en Occidente como en Oriente, y fundamentalmente en Japón.
Viaje al mundo nocturno. Atraída por la oscuridad como reverso de la luz, en las fotografías de Nomura la noche y las sombras, la luz tenue y lo desenfocado protagonizan las escenas, como si la artista pretendiera encontrar una salida, o la luz al final del viaje. Los elementos o las personas que fotografía parecen surgir de esa magia que ofrece la oscuridad y que, en ocasiones, solo descubre en el revelado.
Fotolibros. Desde que inició su carrera ha publicado 34 fotolibros que, aunque todavía lejos de los 450 de su maestro, el célebre Araki, juegan un papel central en su obra. Ella misma supervisa las ediciones con sumo cuidado y, a menudo, encuentra el sentido de su trabajo en el proceso de publicación. Visto desde otra perspectiva, es quizá el espectador el que descubre ese sentido, puesto que sus fotografías, sin una fecha o una referencia concreta, no son siempre sencillas de descifrar y requieren del esfuerzo de éste, que debe implicarse en el acto de la mirada como sujeto activo.
Normalmente, las fotografías suelen servir para registrar acontecimientos o personas. Remiten a una fecha, al lugar en el que la imagen fue tomada, hablan de uno o varios individuos concretos. Nomura, sin embargo, evita todas estas disquisiciones, por lo que no existe un orden cronológico que agrupe sus obras. Esta es la razón por la que el recorrido expositivo se presenta, en la mayor parte de las salas, a partir de las fotografías que conforman sus fotolibros.En otras salas, las fotografías se agrupan por temas que, en algunos casos, se superponen
También se incluye una selección de fotografías realizadas en Granada durante el verano de 2024 con motivo del proyecto específico encargado por Fundación MAPFRE para esta muestra. Por otra parte, se presentan 18 fotolibros y una película dirigida por la propia Nomura.
Night Flight

Sakiko Nomura. Night flight 017, 2008. Copia cromogénica. © Sakiko Nomura courtesy of Akio Nagasawa Gallery.
Vuelo nocturno es el título de un fotolibro editado por Sakiko Nomura en 2008. Se trata de una de sus pocas publicaciones en color, en la que alterna fotografías de hombres desnudos tumbados en camas de habitaciones de hoteles oscuras, mirando a la cámara, fumando o junto a sus parejas, con imágenes de aviones despegando o aterrizando, luces nocturnas desenfocadas, chimeneas industriales humeantes y fuegos artificiales, que adquieren una clara significación erótica.
Los individuos que fotografía Nomura suelen ser conocidos o amigos suyos, a quienes invita a que se desnuden en habitaciones de hoteles o en los dormitorios de sus casas. De esta manera, entra en sus ámbitos privados, les da algunas instrucciones y les permite moverse libremente por el espacio. Las fotografías son el resultado de la relación que establece con ellos cuando acceden a ser retratados, a desnudarse y posar.
Flowers
Gran parte de los motivos que Nomura fotografía evocan el vínculo intrínseco que existe entre la vida y la muerte. Y no solo los motivos, las puestas en escena de sus composiciones, la oscuridad de la atmósfera, la monotonía de las tonalidades sugieren la frialdad de la muerte como, si a pesar de la contención de sus obras, estas expresaran misterios ocultos de ternura e intimidad.
Es el caso de sus series de flores. Orquídeas, azucenas, rosas, crisantemos, flores en descomposición en jarrones en medio de una estancia, una extensión de las vánitas barrocas, alegorías de la fugacidad de la existencia, siendo su belleza puramente transitoria.
Three Photobooks
Black Darkness (Oscuridad negra; 2008), NUDE / A ROOM / FLOWERS (Desnudo / una habitación / flores; 2012) y Fate in Spring (El destino en primavera; 2020) son tres de los fotolibros más preciados por Nomura, quizá porque todos ellos incluyen gran parte de sus señas de identidad, con fotografías oscuras que desarrollan una suerte de épica de la intimidad.

Sakiko Nomura. ‘Fate in spring 001’, 2020. Copia de plata en gelatina. © Sakiko Nomura courtesy of Akio Nagasawa Gallery.
Black Darkness hace referencia a un término budista que se relaciona con el infierno, un título propuesto a la artista, en tono de broma, por su maestro Araki. Este fotolibro se compone de imágenes de desnudos masculinos, rascacielos entrevistos en la niebla, dormitorios vacíos, flores, la espuma de las olas del mar, todo ello en blanco y negro. Son fotografías muy oscuras que generan distintos significados oníricos y emociones casi ancestrales.
NUDE / A ROOM / FLOWERS incluye algunas fotografías en color y amplía el vocabulario de Nomura con imágenes de sus viajes por distintas ciudades —como Venecia, Berlín, Pekín o Cracovia—, así como con interiores de hospitales y de iglesias, cementerios y alguna escasa vista diurna. Por su parte, Fate in Spring le permite presentar imágenes dobles, solapadas, y no necesariamente relacionadas entre sí, que al unirse suscitan ideas inesperadas.
Another Black Darkness
En el año 2016, tras pasar por los Encuentros de fotografía de Arlés, Nomura publicó su primera experiencia con fotografías solarizadas impresas con tinta negra brillante sobre papel negro mate bajo el título Another Black Darkness (Otra oscuridad negra).

Sakiko Nomura. ‘Black Darkness 061’, 2008. Copia de plata en gelatina © Sakiko Nomura courtesy of Akio Nagasawa Gallery.
Oscura y hermética a primera vista, el espectador se encuentra, ahora sí, implicado de forma imperativa en el acto de la contemplación de esta serie sin título ni fecha concreta, pues debe hacer un esfuerzo considerable por descifrar el contenido, prácticamente oculto, de estas imágenes.
La figura de un hombre desnudo acostándose en la cama, otro hombre de espaldas fumando y sentado mientras una mujer expone sus nalgas, un beso, la silueta de una ciudad, de un bosque, de un coche circulando, de una flor o de un árbol se adivinan entre las sombras, como aquellas de Junichiro Tanizaki, y hacen que las formas captadas por la mirada se asemejen a paisajes que parpadean en el fondo de la memoria.
Esta serie subraya el aspecto más reflexivo y analítico de la obra de Nomura, alejada de la espontaneidad de otras fotografías, pues algunas de ellas han sido tomadas con anterioridad y reveladas ahora de esta manera. Tal y como la propia artista ha señalado: «Si uno no busca las cosas que no pueden verse, estas no se vuelven visibles».
Nude
A partir de 1994, año en el que publicó su primer libro, Naked Room, la artista ha realizado retratos de desnudos masculinos en espacios privados o semiprivados de forma recurrente.
En esa década, la sociedad japonesa ejercía una fuerte discriminación hacia la mujer, que se extendía al mundo de la fotografía, y lo habitual era que las protagonistas de los desnudos fueran mujeres, que se mostraban y exhibían para la mirada patriarcal. Al convertirse el hombre en sujeto de la fotografía, Nomura subvierte las reglas aceptadas tácitamente durante décadas, aunque en su obra se aleja del tópico del cuerpo desnudo como fantasía sexual.
Hiroki Kurotaki fue el primer modelo que posó desnudo para ella, quien lo retrató durante veinte años, hasta su fallecimiento, y con el que reflejó una de sus mayores creencias en torno al medio: «La fotografía es sacar fotos de desnudos, enfrentarse a la existencia descubierta», declaró en una entrevista en 2022.
Miscellaneous

Sakiko Nomura. ‘majestic 012’, 2022. Copia de plata en gelatina. © Sakiko Nomura courtesy of Akio Nagasawa Gallery.
Koshiro Matsumoto X es otro de los individuos a los que Nomura ha ido fotografiando durante décadas. En 2018 publicó My Last Remaining Dream (El último sueño que me queda), que documenta la carrera del actor con 593 fotografías.
Por su parte, en el fotolibro Majestic, publicado en 2022, reúne imágenes de hombres tatuados pertenecientes a la asociación Edo-choyukai en su peregrinación anual al monte Oyama.
Junto a estas se han incluido en la sala imágenes de animales, que interesan a la artista como emblemas del deseo y el instinto, y amaneceres y crepúsculos en el momento exacto en el que la visión está a punto de perderse.
La exposición incluye, además, la proyección de una película realizada a partir de tres cortometrajes. Titulada Evocación del mar/ Evocación de las flores/ Junto a Hiroki, ha sido dirigida por la propia Sakiko Nomura, editada por Toshihiro Oshima y cuenta con una banda sonora compuesta por Joel Ribeiro.
En 2025, Fundación MAPFRE cumple 50 años, medio siglo en el que ha invertido más de 1.140 millones de euros en mejorar la vida de las personas, especialmente las más vulnerables, con actividades que han proporcionado salud, educación y cultura a cerca de 180 millones de personas.
– El catálogo contiene fotografías de todas las obras expuestas e incluye ensayos de Enrique Juncosa, Simon Baker y Michiko Kasahara. La edición en castellano ha sido realizada por Fundación MAPFRE y la inglesa por la editorial Prestel.