Comisariada por Julieta de Haro, esta exposición muestra cómo su obra toma el pulso a los cambios que se han producido en la sociedad y el medio urbano en la ciudad de Madrid durante su intensa y prolongada carrera. En este tiempo ha afrontado la exploración artística de una forma constante, abarcando soportes tan variados como dibujos, novelas gráficas y cómics, carteles, murales o intervenciones audiovisuales en espacios públicos.
«Javier de Juan ha sabido interpretar la ciudad como un escenario en permanente transformación, donde las imágenes dialogan con la vida cotidiana y las nuevas narrativas visuales», destaca la comisaria. A esto se suma su interés por la experimentación con las nuevas tecnologías, con las que ha conseguido poner en movimiento sus dibujos y realizar obras en 3D, que también forman parte de la muestra.
Con 11 años
«En el año setenta, cuando yo tenía once años, descubrí la modernidad en mi propia casa. Mi madre puso en el cuarto de baño un póster de Frank Zappa desnudo sentado en el inodoro, y en el cuarto de mis hermanos los cuatro retratos psicodélicos de los Beatles de Richard Avedon». Con este recuerdo recuperado para la exposición, el artista reivindica la cultura pop y la influencia que ha tenido en su trabajo, algo que se puede rastrear en algunas de sus obras más icónicas, que han pasado a formar parte del imaginario visual de la movida madrileña.
Es el caso de Vámonos que nos vamos, cartel publicitario de Madriz, una revista que revolucionó el concepto de la cultura juvenil en los primeros años de los ochenta y de la que De Juan fue uno de sus principales impulsores. Una portada de la revista el Canto de la Tripulación, proyecto editorial de Alberto García-Alix junto con diversos amigos y colaboradores, ‘tripulantes’ entre los que se encontraba Javier de Juan; o el diseño para la chaqueta de cuero de ‘Pura Vida’, son otros de los trabajos que realizó en su primera etapa y que se incluyen en la muestra.
Tipografías
Para el artista, las tipografías son imagen, esto le ha llevado a desarrollar un vínculo con el mundo de la publicidad y el diseño, participando en la conceptualización de eslóganes y creando imágenes que han sido reproducidas en discos, portadas de libros y revistas, y es que para De Juan «el objetivo final era ser parte del espacio y del tiempo que nos ha tocado compartir, influyendo en la mirada común. Esta es la recompensa: existir, ser parte de la realidad».
Además de sus primeros trabajos ligados al cómic, el cartelismo y la pintura, la exposición invita a adentrarse en su universo, comprender la evolución de su lenguaje y llegar hasta su trabajo más reciente, en el que se ha sumergido en la exploración del arte digital y la animación. De esta forma permite apreciar la versatilidad de un creador que ha sabido adaptarse a los cambios sin perder un ápice de su identidad.