Sede histórica de la Universidad de Lovaina.

Sede histórica de la Universidad de Lovaina (KU Leuven).

Este proyecto ha sido curado por Heidi Ballet, Maud Vanhauwaert, Stéphane Symons y Lien Craps, y más de veinte facultades de la KU Leuven han contribuido activamente a su desarrollo, consolidando un puente entre saber académico y creación artística. Como recuerdan las curadoras, más de setenta científicos reflexionaron, junto con poetas y artistas visuales, sobre los desafíos sociales que marcan la agenda intelectual de la universidad.

Ese diálogo ha cristalizado en ocho obras de arte y ocho poemas, instalados en lugares significativos vinculados a la investigación científica, tanto pasada como presente. Juntos narran una historia de determinación y humildad humanas, de asombro constante e innegable interconexión.

1. Wandering Garden.

El dúo arquitectónico Gijs Van Vaerenbergh inaugura la ruta con una estructura abierta de acero con forma orgánica y serpenteante instalada en el parque Arenberg, campus de ciencias de la KU Leuven. Inspirada en los laberintos vegetales de los jardines de los palacios y castillos del siglo XVIII —símbolos de búsqueda personal, mitología o romance—, esta obra monumental remite a la historia del lugar, que en esa época aún formaba parte del castillo de Arenberg.

Wandering Garden by Gijs Van Vaerenbergh © Jan De Wilde.

Wandering Garden by Gijs Van Vaerenbergh © Jan De Wilde.

Con el tiempo, la estructura se cubrirá de casi cien especies distintas de plantas trepadoras, una colección botánica seleccionada en colaboración con un equipo de expertos en flora y del Instituto de Plantas de KU Leuven, combinando especies comunes y raras. El resultado será un laberinto verde y vivo, donde la exploración se convierte en experiencia sensorial y reflexión intelectual. El título remite a un discurso de 1985 del exrector Pieter De Somer sobre la libertad académica, convirtiendo la obra en una metáfora de la investigación libre y el pensamiento crítico.

 

Detail of a simulation image © Alicja Kwade.

Detail of a simulation image © Alicja Kwade.

2. The Poetics of Not-Knowing.

En el Parque Sint-Donatus, la artista polaca Alicja Kwade presenta Carriers, una escultura que cuestiona la naturaleza del conocimiento, el tiempo y la percepción, creando una instalación poética que deja espacio para el misterio. La obra consiste en un círculo formado por diferentes tipos de sillas, recolectadas de varias facultades de la universidad, que sostienen una gran roca en su centro.

Annelies Van Dyck © Marijke 'T Kindt.

Annelies Van Dyck © Marijke ‘T Kindt.

En paralelo, la poeta Annelies Van Dyck, fascinada por todo aquello que escapa al conocimiento científico, instala un fragmento de su poema en la Casa Erasmus. En colaboración con el diseñador del edificio, busca una armonía entre el texto y su entorno, donde las palabras realzan las líneas arquitectónicas de la construcción. Ambas piezas exploran los límites del saber científico y celebran la duda como motor fundamental del descubrimiento.

 

3. Knowledge Owned and Owed.

En el Parque Arenberg, el artista Sammy Baloji presenta Kibawa’s Little Boy, una escultura con forma de cristal de uranio fracturado. La obra hace referencia al uranio extraído en Katanga, en la actual República Democrática del Congo, utilizado en la bomba atómica ‘Little Boy’ lanzada sobre Hiroshima. Con esta pieza, Baloji traslada simbólicamente el material a Bélgica y a KU Leuven, que fundó en 1954 la Universidad Lovanium en Kinshasa, cuyo primer rector, Monseñor Luc Gillon, fue un científico nuclear.

Sammy Baloji © Marijke 'T Kindt.

Sammy Baloji © Marijke ‘T Kindt.

La escultura incluye la silueta tallada de una estatua tradicional del Mayombe, aludiendo al saqueo cultural colonial. Baloji cuestiona la producción de conocimiento durante el colonialismo, basada en paradigmas europeos y marcada por prejuicios. Retoma el concepto de ‘biblioteca colonial’ del filósofo V.Y. Mudimbe para llamar a una revisión crítica de esa herencia. En paralelo, el poema Rare Earth de Dominique De Groen, instalado en el University Hall, invita a reflexionar sobre el origen y la propiedad del conocimiento. Diseñado como un display iluminado, el poema se convierte en un punto de atracción visual en la sombría Kranknstraat.

Dominique De Groen © Marijke 'T Kindt.

Dominique De Groen © Marijke ‘T Kindt.

 

Elif Erkan © Marijke 'T Kindt.

Elif Erkan © Marijke ‘T Kindt.

4. University and Universality.

En el Parque Jansenius, la artista Elif Erkan presenta una instalación inspirada en el juego de la rayuela, In Motion, In Learning, In Changing, en la que cada casilla representa un momento clave del recorrido vital y educativo. La obra reflexiona sobre el derecho universal a la educación y sobre qué grupos sociales han sido tradicionalmente incluidos o excluidos del ámbito universitario.

La poeta Yousra Benfquih acompaña esta instalación con un poema expuesto en la fachada del College De Valk III, centrado también en los desafíos de la igualdad de acceso al conocimiento.

 

Berlinde De Bruyckere © Marijke 'T Kindt.

Berlinde De Bruyckere © Marijke ‘T Kindt.

5. Resilience.

En el Van Dale College, la artista Berlinde De Bruyckere presenta la escultura Arcangelo IV, 2024, 2025, una figura anónima de aspecto angélico que encarna la resiliencia como fuerza silenciosa frente a la adversidad. La postura de los pies sugiere la posibilidad de emprender vuelo, como si este intercesor pudiera aligerar el peso que carga sobre su espalda.

Durante la pandemia de COVID-19, De Bruyckere encontró inspiración en el cuadro Cristo morto sorretto da un angelo, atribuido hasta hace poco al renacentista Giorgione. La imagen del ángel que apenas logra sostener el cuerpo de Cristo le evocó la labor de las enfermeras que cuidaban a los pacientes en sus últimos momentos, protegiéndolos de una muerte solitaria. Desde entonces, la figura del ángel se ha mantenido como un motivo recurrente en su obra, simbolizando a quienes alivian el sufrimiento de otros: profesionales sanitarios, trabajadores sociales, psicólogos o cuidadores.

El poema de Aya Sabi, ubicado en la parte trasera del antiguo centro de transfusiones en el Hertogensite, acompaña esta reflexión sobre la fragilidad, el cuidado y la fuerza necesaria para seguir adelante en tiempos inciertos.

 

Ugo Rondinone © Marijke 'T Kindt.

Ugo Rondinone © Marijke ‘T Kindt.

6. Down to Earth.

El artista suizo-estadounidense Ugo Rondinone presenta the majestic en lo alto de la fachada del College De Valk. Esta escultura, inspirada en los hoodoos —formaciones geológicas en las que la erosión crea esbeltas agujas de tierra—, está compuesta por piedras apiladas que conforman una figura humana sencilla. La obra establece un diálogo poderoso entre el ser humano y la fuerza implacable de la naturaleza, confrontando directamente la crisis climática actual.

En el patio del Pope’s College, Reinout Verbeke aporta una dimensión poética a este llamado urgente de reconexión con el planeta, plasmando el tema “con los pies en la tierra” en su poema Everything Comes Down to Earth.

Reinout Verbeke © Marijke 'T Kindt.

Reinout Verbeke © Marijke ‘T Kindt.

 

Yu Ji © Marijke 'T Kindt.

Yu Ji © Marijke ‘T Kindt.

7. The Makeable Human.

En el Jardín Botánico, la artista china Yu Ji presenta Flesh in Stone – Components #6, una escultura fragmentada del cuerpo humano que invita a reflexionar sobre la búsqueda de la perfección médica y las implicaciones éticas de las intervenciones en la biología humana, cuestionando los límites entre lo permisible y lo impermisible.

Complementando esta reflexión, el poeta Pieter Van de Walle aporta un poema ubicado en el Campus Group T, que también explora y desafía las fronteras del cuerpo moldeable.

 

8. Medicine for All.

Clara Spilliaert © Marijke 'T Kindt.

Clara Spilliaert © Marijke ‘T Kindt.

En el histórico Gran Beguinaje, la artista Clara Spilliaert presenta Listen Well centrada en los sesgos de género en la medicina, particularmente en el diagnóstico de enfermedades cardiovasculares en mujeres, menos reconocidas debido a modelos clínicos masculinos. Su trabajo pone en valor la diversidad corporal como base para una atención médica más inclusiva.

El poeta Jan Lauwereyns, cuya intervención se sitúa en la capilla de San Lamberto, se inspira en Hadewijch, beguina, poeta y mística del siglo XIII. En una época dominada por la mirada masculina, Hadewijch escribió desde una perspectiva femenina que unía cuerpo, espiritualidad y conocimiento. Lauwereyns rinde homenaje con un poema contemporáneo que explora lo lejano, lo elevado y lo profundo, en el que “el misterio es un útero”. Su visión sitúa a la poesía como complemento de la ciencia, y a la imaginación como forma de conocimiento.

Jan Lauwereyns © Marijke 'T Kindt.

Jan Lauwereyns © Marijke ‘T Kindt.

 

Un cierre poético. El poema What It Is de Maud Vanhauwaert, fragmentado en varios puentes de la ciudad, cierra el recorrido conectando ciencia y poesía. Expresa el asombro y la curiosidad como fuerzas compartidas entre arte y conocimiento. El poema pone el punto final a este recorrido, conectando el asombro poético con la indagación científica.

Maud Vanhauwaert © Marijke ‘T Kindt.


– El diseño gráfico de And So, Change Comes in Waves es de Jelle Jespers y la coordinación, de Klaartje Heiremans.

– Ruta gratuita, accesible y permanente. Los visitantes podrán recorrerla con ayuda de una aplicación móvil y una guía en inglés y neerlandés. Además, puntos clave de la ciudad, como la Biblioteca Universitaria o la oficina de Visit Leuven, ofrecerán información adicional. Aquí puede consultar más información, mapa y listado completo de obras.

Declaración curatorial

Y así, el cambio llega en oleadas

Heidi Ballet, Stéphane Symons, Maud Vanhauwaert y Lien Craps

En un mundo en permanente movimiento, la ciencia también evoluciona sin cesar. Del mismo modo que una ola avanza en el océano impulsada por innumerables olas previas, la universidad está inextricablemente ligada a cada faceta de la sociedad.

El progreso científico rara vez se inicia con revoluciones radicales o destellos visionarios; suele consistir en una búsqueda constante, consciente de que cada respuesta engendra nuevas preguntas. Cada ola de conocimiento viene precedida por otra y, a su vez, impulsa las siguientes. Nadie puede predecir con exactitud cómo llegarán esas olas a la orilla ni qué influencia ejercerá la ciencia sobre la sociedad. Algunos resultados de la investigación provocan un efecto dominó que se propaga lenta y ampliamente, mientras que otros descubrimientos transforman el mundo de forma repentina y dramática, como un tsunami. Los frutos de la investigación suelen beneficiar a la humanidad, aunque ciertas formas de conocimiento se apliquen de maneras muy distintas a los motivos originales que las generaron.

La ruta de arte y ciencia Y así, el cambio llega en oleadas revela la interacción dinámica entre la universidad y la sociedad. De ese diálogo brotan tanto un orgullo legítimo como una saludable modestia. La ciencia es obra humana. En su núcleo late un fascinante encuentro con lo desconocido. Incluso los investigadores más brillantes encuentran sus límites en algún momento. Y así, el cambio llega en oleadas sitúa a las personas en el centro de la práctica científica para mostrar que todo conocimiento puede perfeccionarse precisamente porque es imperfecto. Con esta posibilidad de mejora en mente, la ruta trabaja hacia una idea renovada de progreso para el siglo XXI. Atiende a voces que históricamente han estado ausentes en la universidad; sus saberes y perspectivas son imprescindibles para la investigación de hoy y de mañana.

El arte y la ciencia son aliados esenciales para afrontar los retos presentes y futuros. Juntos ofrecen herramientas rigurosas y accesibles para un mundo cada vez más complejo. Y así, el cambio llega en oleadas refuerza la búsqueda científica de hechos y la capacidad de influir en la realidad mediante una exploración artística de las emociones y vulnerabilidades humanas, y viceversa. El pensamiento orientado a la solución que caracteriza al científico convive con el agudo sentido crítico del artista.

Con motivo del 600 aniversario de KU Leuven, más de setenta científicos reflexionaron, junto con poetas y artistas visuales, sobre los desafíos sociales que marcan la agenda intelectual de la universidad. Ese diálogo cristalizó en ocho obras de arte y ocho poemas, instalados en lugares significativos vinculados a la investigación científica, tanto pasada como presente. Juntos narran una historia de determinación y humildad humanas, de asombro constante e innegable interconexión.