Comisariada por su colaboradora habitual Claire Atherton, la exposición explora las instalaciones cinematográficas creadas por ambas a lo largo de varios años, desplegando la dimensión secuencial de la imagen en movimiento en un espacio tridimensional. Al ofrecer un acercamiento no prescriptivo a la obra de Akerman, la muestra propone una experiencia corpórea de sus películas, en las que prevalecen la fragmentación y la repetición sobre la linealidad y la estructura narrativa.
«A Akerman le gustaba especialmente trabajar en instalaciones, porque sentía una gran libertad», recuerda Atherton. «Le interesaba que lo hiciéramos todo en casa, sin tener que explicar a nadie lo que deseábamos lograr. Decía que, más que una película, una instalación no se puede describir de antemano sino que nace poco a poco en la obra misma. Y luego nos encantaba pedir siempre más al espectador, no masticarle el trabajo. Nos gustaba pedirle que se moviera, que explorara. Buscábamos construir un espacio que lo ponga en movimiento y desvele el pensamiento».
Encarar la imagen refleja su trabajo y es una invitación a explorar, a encontrar y a experimentar. Como recuerda la comisaria, «ofrece un recorrido a la vez libre y construido, a través de las obras de la artista, unas sonoras, otras mudas, unas en blanco y negro y otras en color. Y también fotos. Un viaje a través de imágenes y sonidos editados e instalados en el espacio. Instalados pero no congelados. Un trayecto en el que podemos tomarnos nuestro tiempo, avanzar, retroceder, acercarnos, alejarnos y volver a acercarnos. Se trata de hallar nuestro propio ritmo. Un recorrido por obras muy íntimas y otras abiertas al mundo, pero todas políticas en su forma y presencia».
Esta muestra es la continuación de una presentación realizada en La Virreina Centre de la Imatge de Barcelona en 2023.