Las Ferias del Campo nacieron en 1950 como concursos ganaderos en los que se entrelazaban el folclore rural y la voluntad de modernizar el campo español. Con el tiempo, estas ferias —celebradas de forma bienal o trienal— se consolidaron como escaparate del progreso técnico y agrícola del país. En total se celebraron 10 ediciones, que acompañaron la transformación social, política y arquitectónica de la España de mediados del siglo XX.
A partir de una exhaustiva investigación, la exposición documenta 115 pabellones construidos entre 1950 y 1975 —61 de los cuales aún se conservan— y reivindica un conjunto arquitectónico único en el que convergen innovación, paisaje y memoria colectiva. Con más de 300 piezas entre planos, maquetas, fotografías, documentos inéditos y obras de arte, la muestra pone en valor las arquitecturas modernas que dieron forma al recinto ferial de la Casa de Campo, muchas hoy olvidadas o en riesgo de desaparición.

José de Coca Leicher, comisario de la exposición «Las Ferias del Campo. Paisajes y arquitecturas modernas en la Casa de Campo». Fotografía: © Luis Domingo.
«El título de la muestra es Ferias del Campo, pero el subtítulo es casi igual o más importante: Paisajes y arquitecturas modernas en la Casa de Campo«, destaca el comisario, que considera que de esta forma se resume el espíritu de la exposición: no solo recuperar la historia de un conjunto excepcional, sino también entenderlo como parte del paisaje urbano y cultural de Madrid.
«El objetivo es reivindicar y recuperar esas arquitecturas, así como plantearse qué hacer con este recinto», en alusión a la necesidad de repensar el futuro de un espacio que, pese a su valor patrimonial, sigue siendo un gran desconocido para la mayoría de la ciudadanía.
Lenguaje arquitectónico
El recorrido expositivo se articula en tres secciones. La primera recorre los orígenes del recinto desde la apertura del parque de la Casa de Campo hasta la primera Feria Nacional del Campo en 1950, destacando el diseño de Francisco de Asís Cabrero y Jaime Ruiz, autores del trazado y de los pabellones principales. Las bóvedas de ladrillo y los patios originales reflejan un lenguaje arquitectónico austero y rupturista en plena posguerra.
La segunda sección abarca el periodo hasta 1975, cuando el recinto se amplió para acoger nuevas ediciones de la Feria Internacional del Campo, organizada por la Delegación Nacional de Sindicatos. En este espacio, concebido como una gran plaza, se exponen piezas y documentación de los pabellones más icónicos, como el de los Hexágonos (1959, Corrales y Vázquez Molezún) o el de Cristal (1965, Cabrero, Ruiz y Labiano).
También explora la colaboración entre arquitectos y artistas, responsables de las artes decorativas de los pabellones, otro de los grandes atractivos de las ferias. Entre ellos destacan los pintores Carlos Pascual de Lara, Antonio Rodríguez Valdivieso, Antonio Lago Rivera, Amadeo Gabino, Manuel Suárez-Pumariega Molezún o Jesús de la Sota.
La exposición culmina con una mirada al presente. Aquí se muestra el proceso de rehabilitación de los pabellones impulsado por el Ayuntamiento de Madrid tras la aprobación del Plan Especial Feria del Campo (2006), además de una serie fotográfica del artista Luis Asín, realizada específicamente para el proyecto, que establece un diálogo entre la memoria histórica y el estado actual del conjunto.
En el momento de cerrar este reportaje, el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) ha comenzado los trabajos de restauración del Pabellón de Hexágonos, instalado en la Casa de Campo en 1959 tras obtener, el año anterior, la Medalla de Oro de la Exposición Universal de Bruselas, donde se impuso al Atomium. La intervención, que cuenta con una inversión de 2,5 millones de euros, se enmarca en el acuerdo de colaboración firmado entre el Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento de Madrid para llevar a cabo el proyecto de recuperación de este edificio icónico de la arquitectura del siglo XX. A continuación, una tercera fase, a cargo del consistorio, permitirá la adecuación del edificio para su uso cultural.
– El Museo ICO complementa la muestra con un programa público de actividades gratuitas diseñado para todos los públicos y con especial atención a la accesibilidad y la inclusión cultural.
Investigar para conservar
Con esta exposición, la Fundación ICO refuerza su compromiso con la difusión de la arquitectura como patrimonio cultural, una línea de trabajo que ha dado lugar a proyectos recientes como Pueblos de colonización. Miradas a un paisaje inventado o Imaginando la casa mediterránea. Italia y España en los años 50.
Además, la Fundación, en colaboración con Ediciones Asimétricas, ha editado un catálogo que amplía los contenidos de la muestra con textos de Ángeles Layuno Rosas, Gabriel Ruiz Cabrero o Ana Esteban Maluenda. Con más de 200 imágenes y una cuidada edición, la publicación —coordinada por el propio comisario— se consolida como una referencia en la investigación del patrimonio arquitectónico moderno español.





















































