Ana Santos. Untitled, 2020 (detalle). Foto cortesía de The Goma.
La artista permite que colores no congénitos a ciertos objetos permeen superficies reflectantes, como la fibra de vidrio o el metal, generando distintas tonalidades que parecen desligarse de su cometido. Esta fluidez en la aplicación del color y la limitación a un solo cuerpo conforma un estado menos binario en su obra actual, sin obligar a ciertas formas a coexistir, como en una distensión onírica, donde además, el concebir de los objetos no necesariamente se liga a la realidad imperante sino a un estado metafísico.
Ana Santos vive y trabaja en Lisboa. Es graduada en Artes visuales por la Facultad de Bellas Artes de Oporto, también se formó en la Academia de Bellas Artes de Karlsruhe (Alemania) y residió en el ISCP de Nueva York. Entre sus exposiciones individuales institucionales destacan Anátema en el MAAT de Lisboa (2019), Estudos Do Laberinto en el Museu da Marina, Lisboa (2018), o Thabalho en Chiado 8 – Arte Contemporânea, también en Lisboa (2010).
En 2014 ganó el premio EDP y su trabajo se encuentra presente en la Colección Serralves y ha sido expuesto en este museo en sendas exposiciones en 2018 y en 2016, así como en la Fundación Calouste Gulbenkian en París. También fue galardonada con la Beca de Artes Plásticas de la Fundación Botín 2019-2020.
Esta exposición se inaugura en el marco de Apertura 2020.
«Mi práctica»
Por Ana Santos
Ana Santos. Untitled, 2020. Foto cortesía de The Goma.
«Mi práctica, en esencia, trata de observar la forma en el que se producen los objetos y su articulación en el espacio expositivo dentro del campo extendido del dibujo. Y, en ese sentido, a través de la comprensión de los mecanismos de funcionamiento de relación entre pensamiento y acción/pensar y hacer, trato de encontrar puntos de conexión que me permitan desarrollar un ejercicio poético en la construcción de una estructura práctica precisa, donde el pensamiento y la acción se articulan. El resultado es una interpretación libre y personal de la producción de objetos en su relación con el espacio. Las fronteras entre el dibujo, el objeto y la pintura se disuelven con el fin de originar una producción económica pero variada que busca encontrar diversas soluciones formales para un ejercicio continuo: rápida y pragmática en la huella del gesto y el concepto retenido en ese mismo gesto como una acción transformadora».
