- hoyesarte.com - https://www.hoyesarte.com -

Un canto a la vida de Tennessee Williams

Jordi Collet, Roberto Enríquez, David Fernández “Fabu”, Gabriela Flores, Alba Flores, Ignacio Jiménez, Paloma Tabasco y Ana Vélez completan un reparto que pone en escena una obra optimista que es «un canto a la vida», según palabras de su directora. La pieza del dramaturgo estadounidense da cabida a temas como el puritanismo, la hipocresía social o la lucha interna de las personas que se debaten entre lo que deben hacer y lo que realmente quieren hacer.

Tennessee Williams relata la historia de Serafina delle Rose, una mujer que ha perdido a su marido, del que estaba muy enamorada. Decidida a encerrarse a guardarle luto para siempre, producto de una educación estructurada y tradicional, Serafina se encontrará «con esa magia con la que actúa la vida», explica Portaceli. Hasta ese momento ha vivido según las normas impuestas y con un comportamiento intachable, pero poco a poco descubre la hipocresía de su vida y, sin proponérselo, afloran sus deseos no reconocidos.

Tiene que elegir entre el sexo y la muerte, entre la vida y el ostracismo. Y elige vivir, no puede dejar pasar su vida como si tuviera otra. La obra de Williams, reflejo de su propia vida, estaba marcada por la caída de un mundo al que pertenecía, siempre presente en sus atormentados, solitarios, reprimidos e incomprendidos personajes. Con esa sensibilidad, el autor construye unos seres que son víctimas de sí mismos, viviendo en un mundo en el que los sueños no tienen lugar, en un mundo que les impide encontrar la felicidad.

«Son gente normal, como todos nosotros, con contradicciones como tenemos nosotros. Son contradicciones por la sociedad donde viven, por lo que les pasa, aunque no quieren que les pase», afirma Portaceli. A su vez, el autor muestra cómo esta sociedad hermética, que predica una vida austera, se salta continuamente sus propios cánones, pues no le importa abusar del débil para obtener beneficios aunque de cara a la galería todo quede justificado.