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George Rickey o la fluidez del movimiento

Las esculturas del artista estadounidense son el resultado de la experimentación que inició, con alambre y metal, tras el contacto diario con herramientas industriales de reparación de aviones durante la Segunda Guerra Mundial. Sus creaciones establecen un diálogo activo con el mundo circundante dado que están concebidas para reaccionar ante las corrientes de aire.

Rickey trabaja principalmente con acero inoxidable pulido, a través del que da vida a sus esculturas que capturan y reflejan la luz, aunque en algunas ocasiones también introduce policromías.

La obra inicial del escultor está claramente influida por los móviles compuestos por elementos encadenados de Alexander Calder. Sin embargo, las preocupaciones estéticas de Rickey pronto toman otro camino, ya que reflexionan más en torno a la fluidez del movimiento de sus obras que sobre la propia forma de estas. El resultado es un vocabulario formado por figuras geométricas simples, como rectángulos, trapecios, cubos o líneas unidas entre sí por varillas.

Algunas de sus creaciones, como Spruce V (abeto), están inspiradas por plantas y flores, otras como Nebula III aluden a la astronomía y al cielo nocturno. Entre las 13 obras que forman parte de la muestra se encuentran esculturas sustancialmente significativas para el artista, como es el caso de One rotor with gimbal and counterweight, 1968, que fue un regalo de cumpleaños para su mujer.

George Rickey nació en 1907 en South Bend, Indiana, Estados Unidos. Se formó en la Ruskin School of Drawing y el Balliol College de Oxford y completó sus estudios de pintura y dibujo en la Académie L’hôte y la Académie Moderne de París. Murió el 17 de julio de 2002 en Saint Paul, Estados Unidos. La obra de Rickey está presente en colecciones públicas y privadas de todo el mundo.