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Salvador Espriu y el laberinto grotesco

La muestra Espriu. He contemplado esta tierra, uno de los actos centrales del Año Espriu [1] que se celebra durante 2013, desarrolla distintos aspectos de su biografía, de su mundo literario, de su trayectoria de escritor y de la repercusión pública de su obra. Además, reivindica la actualidad de Espriu desde una triple perspectiva: el mundo mítico y simbólico, la trascendencia social y la crítica indomable

Poeta, narrador y dramaturgo, Espriu reflexiona sobre las grandes cuestiones humanas. La muestra evoca el mito de Sinera; el compromiso ético ante la Guerra Civil y la posguerra; la defensa de la cultura catalana en tiempos difíciles; el fenómeno Espriu cuando se convirtió en una referencia indispensable de la cultura española; su visión de España, basada en el diálogo y la tolerancia; la candidatura al Premio Nobel, y el mundo imaginativo, a veces grotesco, a veces evocador, pero de una potencia extraordinaria.

Mirada hacia el mundo

La exposición presenta al público una gran cantidad de materiales inéditos procedentes de archivos y colecciones particulares. En ella se puede apreciar la mirada de Espriu hacia su tierra y hacia el mundo: a veces crítica y salvajemente divertida, pero también comprensiva y llena de piedad hacia las debilidades humanas.

En la parte final de la muestra se recrea una de las ideas fundamentales de Espriu: el mundo como laberinto grotesco. Jóvenes creadores han realizado una Espriu [2]serie de animaciones, en la que aparece representado a partir de una galería de personajes que habitan su narrativa, su poesía y su teatro. Los personajes de esta galería se integran en un relato animado, de actualidad, que permite al visitante introducirse en su universo desde una nueva perspectiva.

Cuatro apartados

La muestra Espriu. He contemplado esta tierra está dividida en cuatro apartados. El primero, titulado El jardín de los cinco árboles. El mito de Sinera, se presentan algunas claves del universo del artista centradas en la casa de la familia Espriu en Arenys de Mar, como la familia, la infancia y la enfermedad, el mundo mítico de Arenys, la universidad y la Guerra Civil.

La segunda etapa es Descendidos al pozo. La posguerra y la transición, después de la guerra Espriu desaparece la vida pública, pero pronto resurge. En este periodo el narrador deja paso al poeta y dramaturgo dejando una obra con muchos registros. En tercer lugar, el apartado titulado El laberinto grotesco. Espriu y la comedia humana, presenta mediante animaciones los personajes del laberinto grotesco. Y, finalmente, Espacio de documentación, consulta, talleres, sirve para profundizar en los aspectos más relevantes del artista.

Un autor precoz

Salvador Espriu i Castelló realizó en Barcelona estudios de Derecho y de Historia Antigua. Su obra, tanto por su depurada elaboración formal como por su proyección civil, representa con singular fuerza la época histórica que vive el autor. Su vida transcurre entre Arenys de Mar y Barcelona (Sinera y Lavinia, respectivamente, en su mundo literario).

Muy precoz, y estimulado por una gran variedad de modelos literarios (entre otros, Ruyra, Valle-Inclán y la Biblia), se da a conocer con títulos como Doctor Rip (1931), Laia (1932) o Ariadna al laberint grotesc (Ariadna en el laberinto grotesco, 1935).

La Guerra Civil acentúa más las tendencias satíricas del autor, enriquecidas tras la contienda con una vertiente reflexiva y reconciliadora en densas obras dramáticas como Antígona (escrita en 1939 y publicada en 1955) y Primera història d’Esther (1948), a las que los poemarios Cementiri de Sinera (Cementerio de Sinera, 1946), Mrs Death (1952) y La pell de brau (La piel de toro, 1960) añaden una dimensión más triste.