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Hiroshi Sugimoto, cuarenta años de trabajo

La exposición se articula en cinco secciones, dedicadas a cinco grandes series del artista: Seascapes [Paisajes marinos] (1980-en curso), Portraits [Retratos] (1994-1999), Theaters [Cines] (1976-en curso), Dioramas (1976-2012) y Lightning Fields [Campos de relámpagos] (2006-en curso). En conjunto reúne 41 obras de gran formato que permiten recorrer los últimos cuarenta años de trabajo del artista y además anticipan próximas aportaciones, ya que algunas de las series presentadas se encuentran en proceso activo de ejecución.

Nacido en Tokio en 1948, Hiroshi Sugimoto se traslada a Estados Unidos en 1970 para estudiar fotografía. Artista multidisciplinar, trabaja con la escultura, la arquitectura, la instalación y la fotografía, campo, este último, en el que está considerado como uno de los más importantes autores de la escena internacional. Su obra se encuentra en colecciones como las del Metropolitan Museum y el Museum of Modern Art de Nueva York, el Smithsonian de Washington o la National Gallery y la Tate Gallery de Londres.

248x362-imagen-principal-sugimoto_tcm164-168067Gran intelectual, su obra contiene una elevada carga conceptual que conduce a la reflexión filosófica, y con la que, además, el artista ha logrado reinterpretar algunos de los géneros más característicos de la tradición fotográfica clásica. Además es un maestro artesano, que rechaza la tecnología digital en favor de métodos tradicionales.

Así, finalmente, sus imágenes se caracterizan por una gran belleza visual y un elevado virtuosismo técnico, acentuados por el uso habitual de grandes formatos. En conjunto, la obra de Hiroshi Sugimoto constituye una profunda meditación en torno a la naturaleza de la percepción, la ilusión, la representación, la vida y la muerte.

En palabras del propio artista: «Para mí la técnica es muy importante. Mi concepto se ajusta a sus límites. Veo lo que la cámara puede ver. Siento como si me volviese una cámara. Mi mente es una cámara oscura».

Con este proyecto expositivo, Fundación MAPFRE presenta una vez más a uno de los grandes maestros de la fotografía, en la línea de la programación que lleva desarrollando en sus salas desde el año 2009. La muestra podrá visitarse a partir de junio en la sede de la Fundación en Madrid.

Recorrido

Seascapes. La exposición comienza con esta serie que, comenzada en 1980 y aún en desarrollo, recoge fotografías de paisajes primigenios de mar y cielo que fusionan representación y abstracción, tomadas en diversos lugares del mundo. Pese al efecto romántico y casi místico de las obras, sus títulos son objetivos y documentales, en consonancia con las raíces del artista en el arte conceptual. Según ha expresado él mismo, con estas imágenes quiso captar escenas que un hombre primitivo hubiese podido reconocer, así como reflexionar acerca de lo que nosotros compartimos hoy con aquellas visiones. Así, estas obras son un buen ejemplo del modo en que Sugimoto entiende la cámara fotógrafica: como un aparato dotado de la particular capacidad de representar el sentido del tiempo. Es una búsqueda de lo originario que sitúa temporalmente al espectador en el plano de lo eterno.

Portraits (1994-1999) reúne fotografías de estudio de personalidades históricas moldeadas en cera. La pieza principal retrata al rey Enrique VIII con sus seis esposas, pero la serie incluye figuras políticas y religiosas más recientes como Yasir Arafat o el papa Juan Pablo II. Son obras creadas a partir de montajes muy calculados: en su estudio, Sugimoto colocó las figuras de cera contra un fondo negro para conferirles una apariencia arquetípica y engrandecida. También utilizó un negativo blanco y negro de gran formato para conseguir una definición en los detalles y los tonos de las fotografías que las equipara con los estándares de los retratos pictóricos históricos. Pese a su acentuado realismo, estos retratos de personajes, que en su mayoría murieron hace tiempo, son imposibles. Esta tensión entre lo falsificado y lo real, lo animado y lo inanimado, la muerte y la vida, es lo que confiere a estas efigies esa peculiar carga siniestra.

U.A. Playhouse, Nueva York, 1978. Impresión a la gelatina de plata. Hiroshi Sugimoto.

Hiroshi Sugimoto. U.A. Playhouse, Nueva York, 1978. Impresión a la gelatina de plata.

Theaters. Serie iniciada en 1976 y aún en desarrollo por el artista. Agrupa fotografías tomadas en cines clásicos y autocines, para cuya realización Sugimoto dejó abierto el obturador de una cámara de gran formato durante la proyección en las salas de un largometraje completo: un procedimiento simple pero radical con el que la longitud de la mencionada proyección está determinando el tiempo de exposición de la cámara. Esta deliberada sobrexposición del negativo tiene por resultado la captación de la luz que se acumula en la pantalla de cine durante toda la duración de la película; ello se concreta en un rectángulo blanco, vacío y brillante, rebosante de una luminosidad que puede leerse como representación de la muerte. Y es que Theaters capta con maestría cuán inconmensurables son algunos conceptos relativos al tiempo: la larga duración de la película se comprime en un solo instante, y el caudal acumulado de fugaces imágenes animadas se hace abstracto y al mismo tiempo intensamente concreto. También nos habla del interés de Sugimoto por la arquitectura y los diseños estéticos del pasado.

Dioramas (1976-2012) reúne fotografías de tableaux de paisajes prehistóricos tomadas en su mayoría en el Museo de Historia Natural de Nueva York. Son imágenes de animales embalsamados y humanos primitivos que parecen engañosamente reales, con las que el artista logra poner en entredicho nuestra percepción de la realidad y la fiabilidad de la fotografía como prueba; muy buenos ejemplos del interés de Sugimoto por situar al espectador en la frontera entre lo animado y lo inanimado, al dotar a sujetos y paisajes sutilmente extraños a la imaginería contemporánea de una verosimilitud desconcertante.

Dioramas fue la primera serie del artista pero en ella ya se encuentran muchas de las características y los métodos que se repetirán a lo largo de su obra: el uso creativo de las posibilidades técnicas de la cámara; la tendencia a trabajar con objetos encontrados y situaciones dadas; la combinación de rigor conceptual y exquisita destreza técnica; y el potencial del blanco y negro para realzar y al mismo tiempo socavar la ilusión de realidad. Plasma magistralmente la convicción de Sugimoto de que la cámara es una máquina del tiempo capaz de transportarnos a momentos lejanos del tiempo geológico y de la historia humana.

Lightning Fields (2006-en curso). Creadas sin cámara, sus fotografías registran los efectos que las descargas eléctricas producen en negativos fotográficos. La belleza formal de las figuras a veces sugiere el contorno de un río o el cielo nocturno, pero también se relaciona con la historia de la fotografía abstracta. Esta serie revela la fascinación de Sugimoto por la ciencia y los fenómenos de la naturaleza, poniendo en primer plano el vínculo que existe entre la experimentación propia del método científico y los métodos de la temprana fotografía del siglo XIX. En la práctica, el artista recrea esos experimentos en el cuarto oscuro, homenajeando en particular al científico y fotógrafo William Fox Talbot, pionero en la representación fotográfica en negativo-positivo.