Canogar es uno de los principales artistas españoles de la segunda mitad del siglo XX y miembro fundador de El Paso en 1957. En conjunción con otros artistas jóvenes como Millares, Saura y Rivera, creó, en un momento de conformidad social y conservadurismo, un lenguaje gestual de pintura abstracta provocativo y radicalmente nuevo. A través de estas obras Canogar dio una expresión visceral y feroz a un sentido dinámico de energía y libertad individual, colocándole como uno de los principales pioneros de la pintura informalista en Europa a finales de la década de 1950.
En esos años, su obra tomó la forma de un tipo de abstracción vigorosa en la que la materia ya no es un mero medio de representación, sino que se convierte en un sujeto evocativo en sí mismo. La pintura al óleo, gruesa y terrosa, es intervenida de forma directa por el artista con sus propias manos, mediante el trazado de surcos con los dedos.
Mientras Canogar ha reconocido que muchas de estas obras inevitablemente miran al pasado, a las «raíces profundas del sentimiento presentes en los cuadros de Zurbarán, Velázquez y Goya», también para él son evocadoras del trabajo del campesino que con el arado deja sus huellas en la tierra. Desde esos inicios dramáticos, su obra ha seguido evolucionando en los últimos setenta años a través de una variedad de estilos y técnicas; cada transformación refleja una respuesta personal igualmente impulsiva e intensa a los cambiantes y a menudo difíciles tiempos que ha vivido.
Las obras expuestas, que son al mismo tiempo una exultación y un lamento de la libertad individual, siguen siendo rompedoras a día de hoy, y reflejan sentimientos que trascienden el paso del tiempo. Como dijo Frank O’Hara en el catálogo de la histórica exposición de arte español en el MoMA en 1960, en la que participó Canogar con varios cuadros, «son las necesidades culturales de su sociedad por las que el artista se expresa».
Como es habitual, la Galería Guillermo de Osma ha editado un catálogo de la exposición [1] que incluye una entrevista reciente del artista y un texto del historiador del arte británico Robert Brown.






