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Los relatos del alma de Danielle van Zadelhoff

Influenciada por los pintores del Renacimiento y el Barroco, van Zadelhoff se centra en el claroscuro, el contraste entre la luz y la sombra. La holandesa cuida cada detalle mostrando la luz que incide en los cuerpos y las miradas que retrata, consiguiendo que los personajes miren en lo más profundo al espectador. En sus propias palabras, “la sombra es lo más interesante de una persona y lo menos desarrollado. Es la parte subconsciente e inconsciente del ser humano. Es esta parte la que deseo descubrir en el otro y en mí misma”.

Van Zadelhoff cree firmemente que cada persona es única, responsable de sus propios actos y del sentido personal que le da a su vida. Pero sus retratos están marcados también por la inspiración y el misticismo. Recuerdan a los retratos flamencos al óleo del XVII. Su fotografía es sencilla y compleja a la vez, y sus modelos no usan apenas maquillaje ni ella utiliza Photoshop. Retrata su personalidad, su forma de ser, sus preocupaciones y sus obsesiones.

Religión y sentimientos

La exposición se divide en fotografías de temática religiosa, por un lado, y de sentimientos por otro. Pero las fotografías de temática religiosa no solo representan personajes bíblicos, sino que se retratan los sentimientos de los mismos. En Relatos del alma, la autora trata la pérdida de la inocencia, con obras como Paradise 1 y Paradise 2 (2016); hace una crítica a la Iglesia, en Believe 1 y Believe 2 (2014), y se adentra en el tema de la desnudez con Magdalena (2017).

Pero, además, realiza una serie de retratos de sentimientos. Sus personajes exponen, bien con sus gestos o sus posturas, las diferentes emociones que la fotógrafa ha querido retratar. El rostro humano es capaz de expresar una inmensa gama de emociones y sentimientos mediante diminutas acciones musculares, la mayoría de las cuales son involuntarias y corresponden a emociones efímeras.

Hasta las emociones extremas de júbilo, ira o dolor se expresan espontáneamente, y es muy difícil fingirlas de modo convincente. De igual modo, la retratista puede enfrentarse a un motivo iluminado desde múltiples puntos. Ello produce una plétora de sombras proyectadas y tal vez complique la representación de los volúmenes en determinados rostros. Otra forma de retratar la personalidad del modelo es su espalda.