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Bourgeois: ‘He estado en el infierno y he vuelto’

Comisariada por Iris Müller-Westermann, conservadora de Arte Internacional en el Moderna Museet [1] de Estocolmo y organizada con éste, la muestra incluye más de cien trabajos, entre esculturas, dibujos y textiles, algunos nunca antes expuestos al público, que abarcan la carrera de la artista desde la década de 1930 a 2009.

Louise Bourgeois. The Couple (La pareja), 2003. Foto: Christopher Burke, ©The Easton Foundation / Autorizado por VEGAP, Málaga, 2015. [2]

Louise Bourgeois. The Couple (La pareja), 2003.
Foto: Christopher Burke, ©The Easton Foundation / Autorizado por VEGAP, Málaga, 2015.

La carrera de Louise Bourgeois presenta una serie de coincidencias con la de Pablo Picasso: nacidos en un contexto burgués, ambos crearon la mayor parte de su obra en otro país; la innovación y la experimentación fueron una constante en sus longevas trayectorias; y la obra de ambos es una referencia ineludible para las generaciones de artistas posteriores.

Louise Bourgeois. Santa Sebastiana, 1998. Cortesía Hauser & Wirth y Cheim & Read. Foto:Christopher Burke, ©The Easton Foundation / Autorizado por VEGAP [3]

Louise Bourgeois. Santa Sebastiana, 1998. Cortesía Hauser & Wirth y Cheim & Read. Foto:Christopher Burke, ©The Easton Foundation / Autorizado por VEGAP

Bourgeois nació en París en el seno de una familia acomodada que regentaba un taller de restauración de tapices medievales y renacentistas y de donde se fue en 1938 a Estados Unidos, donde residió el resto de su vida. Miembro del American Abstract Artists Group, obtuvo el reconocimiento de la crítica y el éxito comercial tras la retrospectiva que le organizó el MoMA en 1982, habiendo cumplido ya los 71 años.

Louise Bourgeois creó una obra original, compleja y a la vez diversa y fascinante, autobiográfica, singular y lírica, que se adentra en la memoria, la sexualidad, la maternidad y la frustación. Concibió esculturas de todo tipo de tamaños, creó sugerentes dibujos y grabados, construyó inquietantes instalaciones, confeccionó figuras con diversos tejidos y creo las gigantescas arañas de metal que la hicieron mundialmente conocida.

Ya sea en bronce, madera, acero o mármol, o innovando con tela y caucho, la artista representa a menudo formas orgánicas sexualmente explícitas, emocionalmente agresivas, que hablan de vulnerabilidad del ser humano y su necesidad de protección, en un entorno amenazante y turbador.

Tras Sophie Tauber-Arp. Caminos de vanguardia (octubre 2009-enero 2010) e Hilma af Klint. Pionera de la abstracción (octubre 2013-febrero 2014), el Museo Picasso Málaga aborda de nuevo una retrospectiva que pone en valor el trabajo artístico de la mujer en la historia del arte.

'El arco de la histeria' en primer plano, en una sala con otros trabajos de la artista. Foto: Jesús Domínguez © Museo Picasso Málaga. [4]

‘El arco de la histeria’ en primer plano, en una sala con otros trabajos de la artista. Foto: Jesús Domínguez © Museo Picasso Málaga.