- hoyesarte.com - https://www.hoyesarte.com -

Ópera de Haydn con marionetas

La sencilla trama adentra al público en el poco conocido repertorio lírico para teatro de marionetas, un género nacido en la Italia del Renacimiento tardío que se hizo tremendamente popular en el Imperio Austrohúngaro, donde llegó vía Venecia en el siglo XVII. El texto de Philip Georg Bader y Gottlieb Konrad Pfeffel no desarrolla una trama para niños, sino que se sirve de una de Las Metamorfosis de Ovidio, en la que se narra la conversión en árboles inmortales de un matrimonio de ancianos incondicionalmente fieles a Júpiter, dios de dioses.

Los libretistas y Haydn, artista de la corte del príncipe Esterhazy, compusieron este Philemon und Baucis en homenaje a la emperatriz María Teresa de Austria. En la ópera ofrecen una versión transformada del mito ovidiano con un mensaje profundamente moralizante: la loa al orden social del Antiguo Régimen, sistema que se enfrentaba a su brusco final con la Revolución Francesa.

La trama de Haydn, a la que pone voz Moisés Marín, Rita Marques, Olga Zharikova, Andrés Sulbarán y Karen Gardeazabal, acompañados por los cantantes del Centre Plácido Domingo, gira en torno a una terrible tempestad que azota una aldea de Frigia. Es la ira de Júpiter, que cruza los cielos en su carro, y derrama sobre esas tierras pobladas por inicuos sus rayos de fuego. Filemón y Baucis, dos venerables ancianos de dicha aldea, imploran que cese la terrible tormenta, un fervor bondadoso que parece calmar el huracán. Cuando el cielo recupera la calma, Júpiter y Mercurio, disfrazados de peregrinos, llegan con el propósito de poner a prueba la bondad de la pareja de viejos orantes.

El matrimonio abre sus puertas a los misteriosos peregrinos y comparte sus míseras pertenencias con la pareja de dioses disfrazados. Los ancianos frigios les entregan una pobre cena y un duro jergón, mientras les confiesan la causa de su profundo anhelo de muerte: sólo quieren reunirse con su amado hijo y su esposa, que fueron fulminados por un misterioso haz de luz en el bosque. Júpiter, conmovido por la piedad de estos ancianos, decide premiarles.

Philemon und Baucis2 [1]