Por primera vez se exhiben 109 obras, entre lienzos, ilustraciones y dibujos —muchos de ellos conservados en colecciones privadas y familiares durante casi un siglo—, que permiten redescubrir a una figura clave del realismo español, silenciada durante décadas por su condición de mujer, sus filiaciones políticas y el devenir artístico posterior a la Guerra Civil.
🎨 Toya Viudes de Velasco, sobrina nieta de Rosario de Velasco, lidera la recuperación de su legado artístico. Su búsqueda comenzó con Lavanderas (1934) y culmina en ‘Rosario de Velasco. Entre papeles y lienzos’ de la que es co-comisaria.#Murec [1] #RDeVMurec [2] @toyaviudes [3] pic.twitter.com/MqwrbVIRv9 [4]
— MUREC Museo del Realismo Español Contemporáneo (@MuseoMurec) July 10, 2025 [5]
Este gran proyecto expositivo reúne el conjunto más representativo de su obra, desde sus inicios hasta principios de los años sesenta. La muestra ha sido comisariada por Toya Viudes de Velasco —sobrina nieta de la artista— y Juan Manuel Martín Robles, director del MUREC.
Considerada una de las más destacadas representantes del «retorno al orden», De Velasco supo conjugar el clasicismo renacentista con los aires renovadores de las vanguardias, creando un estilo propio, claro y depurado. Ejemplo de ello es su célebre obra Lavanderas (1934), presentada en la Exposición Nacional de Bellas Artes y conservada durante casi un siglo en el ámbito familiar.
La muestra también recupera obras inéditas como La Magdalena, recién restaurada; Mujer con hortalizas (1941) o Mujer con toalla, recuperada tras un delicado proceso de restauración. A través de ellas, el visitante puede acercarse a la evolución de una artista adelantada a su tiempo.
Rosario de Velasco fue una artista precoz. Reconocida desde los años veinte gracias a sus colaboraciones como ilustradora en revistas como ABC, Blanco y Negro o La Esfera, durante su juventud formó parte activa de los círculos artísticos de Madrid y obtuvo numerosos galardones, llegando a participar en la Bienal de Venecia de 1936.
El olvido
La Guerra Civil truncó parte de su trayectoria: acusada de falangista, fue condenada a muerte y rescatada in extremis por quien después sería su esposo, el médico Javier Farrerons. La dureza de la posguerra, su condición de mujer y su vinculación al realismo figurativo en tiempos de auge del arte abstracto hicieron que su nombre se desvaneciera lentamente, a pesar de su incansable trabajo y su participación en exposiciones durante toda su vida.
La exposición también muestra su faceta menos conocida como ilustradora. Se presentan por primera vez al público trabajos realizados para libros como La bella del mal amor (1930), de María Teresa León, o Dafnis y Cloe (1940), encargada por la editorial Gustavo Gili. Estas ilustraciones, exquisitas y delicadas, reflejan su dominio del dibujo lineal y un sutil art déco personalísimo.
Otras de las joyas ocultas que pueden contemplarse en esta exposición son los cuatro grandes lienzos de Las cuatro estaciones, encargados en los años cuarenta para el Castillo-Palacio de Magalia, en Ávila, donde permanecen hasta hoy. Una pieza que el MUREC ha restaurado, junto con otras obras nunca antes expuestas, como El chico y su perra (anterior a 1953), Niño con pato (década de 1930), María del Mar con cesto de flores y rastrillo (1942) o Rosario con María del Mar (1944).
Diversidad de géneros
La exposición se articula en secciones que permiten apreciar la diversidad de géneros que practicó la artista:
Retorno al orden. La búsqueda del clasicismo. Obras como Lavanderas (1934), presentada en la Exposición Nacional de Bellas Artes, muestran su interés por la tradición renacentista italiana reinterpretada desde una mirada contemporánea. Fue muy elogiada por la crítica del momento y permaneció oculta durante décadas.
Relatos en femenino. Mujeres protagonistas. Cuadros como Mujer con hortalizas (1941) o Mujer con toalla nos presentan figuras femeninas alejadas de estereotipos, representadas con monumentalidad y personalidad propia.
El paisaje descubierto. Durante los años cincuenta descubre Albarracín y plasma sus tonos ocres y rojizos en paisajes delicados, serenos y llenos de matices.
Las cuatro estaciones. Serie encargada en los años cuarenta para el Castillo-Palacio de Magalia. De gran formato, nunca antes ha sido mostrada fuera de su ubicación original.
La Rosario ilustradora. Se exponen ilustraciones originales realizadas para editoriales como Gustavo Gili y textos de autoras como María Teresa León, Concha Espina o Elisabeth Mulder nunca antes expuestas al público.











