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Taller VIDA: Mission Eternity Stowaway

Los próximos 3, 4 y 5 de abril se celebrará en el Espacio Fundación Telefónica (Madrid) el TallerVIDA: Mission Eternity Stowaway [1], en el que los agentes Zai y Monorom, miembros del colectivo suizo etoy.CORPORATION y autores del proyecto Mission Eternity Sarcophagus, primer premio en la edición 10.0  [2]del Concurso Internacional de Arte y Vida Artificial – VIDA [3], ayudarán a cada participante a diseñar y construir una mini cápsula Arcanum, colección única de datos de 64 MB, que será insertada al final del día en el almacenamiento de la misión (Mission Eternity Storage).

El sistema tiene como objetivo mantener vivos los datos de forma permanente mediante interminables procesos de copiado en la red social Mission Eternity Angels (personas que donan a la misión una parte libre de su disco duro).

Los organizadores recomiendan a los participantes llevar al taller cualquier elemento que deseen incluir en su minicápsula Arcanum, además de su propio portátil. Por ejemplo, imágenes de su infancia, documentos, cartas de amor, sus libros favoritos, dibujos, manuales técnicos de dispositivos que utilicen, álbumes familiares, planos de sus viviendas, canciones (en archivos MP3), envases de los alimentos que comen, resguardos de compras, la basura del día anterior…, cualquier cosa que deseen conservar.

 

Vida después de la muerte

Proyecto Mission Eternity, primer premio de la edición 10.0 del Concurso VIDA

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etoy.CORPORATION  [4]lanzó el proyecto Mission Eternity en 2005. Este proyecto se basa por un lado en el respeto por aquellos humanos que ansían sobrevivir de alguna forma después de la muerte y, por otro, en un sentido de la ironía acerca de las fantasías de ciencia-ficción que creamos para satisfacer ese deseo.

El Sarcophagus es una materialización de este proyecto. Se trata de un sepulcro móvil que contiene y muestra los retratos de aquellos que desean que sus «restos informativos» se trasladen a otra vida digital.

Del tamaño de un contenedor de carga estándar que puede viajar a cualquier parte del mundo, el Sarcophagus dispone de una pantalla LED inmersiva que cubre sus paredes, el techo y el suelo. Es ahí donde los retratos digitales interactivos pueden reunirse a través de teléfonos móviles o de navegadores de Internet desde cápsulas virtuales que se almacenan en la memoria compartida de miles de dispositivos electrónicos interconectados de los Mission Eternity Angels (las personas que aportan una pequeña parte de su capacidad de almacenamiento personal a esta misión).

Los espectros de datos que pueblan este frágil espacio conmemorativo están compuestos de detalles de vidas, que se viven en fragmentos visuales, de audio y de texto. Pero cuando se reúnen en forma de píxeles de baja resolución en el Sarcophagus, parecen una única personalidad fusionada.

El conjunto de detalles que encontramos en los archivos y en los registros que nos recuerdan a los fallecidos tiene un efecto compositivo similar, aunque el Sarcophagus es bastante distinto. Nos proporciona acceso a un nuevo mundo social generado entre usuarios de ordenadores interconectados, que tienen el objetivo común de mantener algo en vida, lo cual puede invocar sentimientos intensos como los de cuidado y preocupación.