El Museo Nacional de Artes Decorativas [1] (MNAD, Madrid) acoge desde este miércoles, 13 de febrero, Un cuerpo extraño, una exposición del artista portugués Rui Macedo [2] (Évora, 1975) en la que sus pinturas se sitúan en espacios escogidos dentro del circuito del Museo, de manera que sugieren otros discursos, otras lecturas más allá de las existentes en el contexto museológico. Como observadores, se amplía el imaginario de las obras expuestas. Es posible vivir nuevas experiencias gracias a la interacción que Macedo crea entre sus pinturas y las obras de la colección.
Macedo atesora una larga trayectoria de intervenciones en este tipo en museos históricos. Un cuerpo extraño invita a mirar de otra manera el MNAD, sus piezas, recorridos… a no dar nada por sabido, a jugar con toda seriedad. Para ello, Macedo emplea tres recursos diferentes: en primer lugar, una cuidadosa selección de obras de los fondos del museo desempeñan un papel disitinto al habitual; en segundo lugar, una drástica transformación del espacio que modifica el punto de vista del espectador; y por último, aporta un total de 66 pinturas en las que emplea sofisticados artificios visuales. Pinturas que casi nunca toman la forma de cuadros puesto que, o bien se integran en el montaje o son precisamente cuadros que huyen de sí mismos.
Con todo ello, los espacios de exposición se activan y demandan la participación del visitante, las piezas antiguas cambian de significado y adquieren nuevo interés, y los cuadros de Rui Macedo ¿son realidad o son pintura? Cargada de humor y con una dosis de juego, Un cuerpo extraño es una entretenida reflexión sobre los modos de exponer, las categorías artisticas y la relación del visitante con las obras. Pero, sobre todo, es una puesta en escena donde las obras del museo puedan verse como por primera vez.
Esta exposición ha sido organizada por la Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes de la Secretaría de Estado de Cultura y el MNAD.