“La vida cambia rápido. La vida cambia en un instante. Te sientas a cenar, y la vida que conoces se acaba”. Son las tres primeras frases de El año del pensamiento mágico. Abren un libro quirúrgico sobre la fragilidad de lo que nos parecía tan sólido cinco minutos antes. La historia autobiográfica de una autora de éxito que de un día para otro tuvo que bregar con la doble catástrofe de perder a su marido de un infarto fulminante y con el ingreso hospitalario de su hija con un coma inducido por un proceso infeccioso. Al aplicar su escritura precisa y nada afectada a su propia tragedia personal, Didion consiguió su obra más conmovedora, una pieza maestra sobre el dolor y la pérdida.
Era una mujer tan delgada como fotogénica, de joven y de anciana. Lucía muy estilizada en estos últimos tiempos y, por supuesto, cuando era una treintañera que ya firmaba algunos de sus reportajes más celebrados. Como el que dedicó a los crímenes de la familia Manson, que ella vivió muy de cerca. Tan de cerca que era vecina y conocida del matrimonio que formaron Roman Polanski y Sharon Tate, asesinada junto con otras cuatro personas el 9 de agosto de 1969.
Charles Manson, el pirado que inspiró aquella macabra locura, estaba bastante obsesionado con algunos temas –Helter Skelter, Piggies– del disco blanco de los Beatles publicado un año antes. Aquellos títulos aparecieron escritos en sangre en la casa de Tate. Diez años después, Didion publicó uno de sus mejores ensayos, The White Album, igual que el mítico doble de Lennon y compañía.
Hace cuatro años, los lectores de Didion tuvimos un regalo excepcional cuando se estrenó el documental El centro cederá [1], dirigido por su sobrino Griffin Dunne. Tremendas confesiones las que deslizaba la escritora californiana a Dunne, a quien se puede poner cara revisando sus trabajos como actor en dos clásicos de la comedia, como son Jo qué noche! y Un hombre lobo americano en Londres.
Griffin buceó en la vida de la gran cronista preguntándole por los momentos dulces y por las pesadillas. Un repaso cronológico, con entrevistas a terceros y momentos muy emotivos, que explora diferentes hitos de su trayectoria desde que empezó en una revista de moda como Vogue hasta su retorno, de alguna manera, a las publicaciones de tendencias al convertirse, cumplidos los ochenta, en la imagen promocional de la marca de ropa Cèline. Buen momento para volver a verlo como prólogo a la lectura de alguna de sus crónicas.