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Los «adioses» literarios del año

Enero

Josep Maria Castellet

El escritor, editor y crítico literario falleció a los 87 años en su Barcelona natal. Figura clave en la literatura catalana y puente entre ésta y la castellana, fundó la Asociación de Escritores en Lengua Catalana y fue presidente del conglomerado de sellos editoriales Grup 62. Premiado en 2010 con el Nacional de las Letras Españolas, dejó tras de sí obras de amplia repercusión como La hora del lector o Notas sobre literatura española contemporánea.

Juan Gelman

El poeta argentino murió el 14 de enero en Ciudad de México, donde vivía desde 1988. Voz imprescindible en la literatura en español del último medio siglo, ha influido en varias generaciones de escritores, poetas y lectores. Por su compromiso político constituye un referente en la lucha contra los regímenes dictatoriales.

“Ahí está la poesía, de pie, frente a la muerte”, repetía Gelman. Lo hizo también cuando en 2007 recibía el Premio Cervantes. Conviene recordarlo en su ausencia, cuando el poeta ha muerto pero queda, de pie, muy entera y viva, su extraordinaria obra.

Manu Leguineche

El periodista y escritor Manuel Leguineche murió en Madrid a los 72 años. Conocido reportero de guerra, fue ante todo maestro de periodistas que han aprendido el oficio gracias a sus artículos. Viajero incansable, escritor y corresponsal, destaca por haber escrito sobre temas muy diversos a lo largo y ancho de los cinco continentes. La lectura de sus crónicas supone un intenso viaje a los principales acontecimientos del siglo XX.

José Emilio Pacheco

El poeta mexicano falleció el 26 de enero en la Ciudad de México. El escritor, de 74 años, «se fue tranquilo, se fue en paz», según informó su hija Laura Emilia, que le acompañó en el momento del adiós.

Poeta, narrador, ensayista y traductor, la imagen que cultivó Pacheco fue la de un inmenso poeta humilde. Cuando recogió el Cervantes en 2010 ironizó acerca de que se le considerara uno de los mejores poetas latinoamericanos. “Pero si ni siquiera soy uno de los mejores de mi barrio. ¿No ven que soy vecino de Juan Gelman?”. Los dos vivían en el barrio de la Condesa, en México DF.

Félix Grande

Biografía, bajo ese explícito titulo publicó su obra poética completa Félix Grande (Mérida, 1937). Murió en Madrid el 30 de enero a cinco días de cumplir los 77. Considerado como uno de los más hondos líricos españoles de la promoción de los “niños de la guerra”, concebía la poesía como un “acto de legítima defensa”. Defensa frente a la mentira, concretaba. Así lo hizo siempre este puntal decisivo a la hora de transformar la casa de la poesía en la casa de la verdad.

Antonio Machado, Rubén Darío y César Vallejo fueron sus referentes, hasta que él mismo se convirtió en referente. De Vallejo dejó escrito que “llevó el castellano a precipicios que nadie había imaginado”.  Escribió hasta el último momento, dejando inconcluso un libro sobre flamenco y poesía.

Los datos de su biografía reflejan una querencia grande por Tomelloso (Ciudad Real) en donde, tras nacer en Mérida, vivió hasta los 20 años. “Allí fui pastor de cabras, jornalero de bodega, tendero, vendedor ambulante, cuidador de tres vacas, vinatero, recitador en los casinos y guitarrista flamenco”.

Esa biografía concreta también una actividad literaria amplia que contempla todos los géneros, “aunque la poesía, ¡Ay! la poesía, eso son palabras mayores”. Tras otra serie de premios, en 2004 recibió el Nacional de las Letras Españolas al conjunto de una obra que incluye, además de ensayos, estudios, novelas y relatos, ocho libros de poemas.

Marzo

Ana María Moix

La novelista y poeta Ana María Moix, hermana menor del también escritor Terenci Moix, murió en su Barcelona natal a los 66 años a consecuencia de un cáncer. Nacida en 1947 es autora de una extensa obra que abarca la novela, la poesía, la literatura infantil y el ensayo, además de la traducción y la edición.

Considera como una de las principales voces literarias de la llamada gauche divine de la Barcelona de los años 60 y 70 del siglo pasado, en 1970 obtuvo el Premio Vizcaya de Poesía por el libro A imagen y semejanza y ese mismo año fue incluida en la famosa antología Nueve novísimos poetas españoles realizada por Castellet. Era la única mujer entre figuras de la talla de Manuel Vázquez Montalbán, Antonio Martínez Sarrión, José María Álvarez, Félix de Azúa, Pere Gimferrer, Vicente Molina Foix, Guillermo Carnero y Leopoldo María Panero.

Leopoldo María Panero

El poeta falleció el 5 de marzo en Las Palmas de Gran Canaria. Tenía 65 años.

Como la de tantos otros que alcanzaron la adolescencia en la España de la mitad de los sesenta, su vida, al margen de una circunstancia personal estigmatizada por la voluntad de transgresión, parecía condenada a servir de exponente y cruel reflejo de toda una generación de intelectuales indudablemente atraídos y tentados por el abismo.

Leopoldo María es el arquetipo de un malditismo cultivado tanto como repudiado, lo que no le impidió ser el primer miembro de su generación en incorporarse a los clásicos de la editorial Cátedra, contar con una espléndida biografía escrita por J. Benito Fernández, El contorno del abismo, e insertarse en la historia literaria, las antologías y los programas académicos.

Abril

Russell P. Sebold

El 7 de abril fallecía a los 85 años el profesor Russell P. Sebold, uno de los más reconocidos estudiosos de la literatura de los siglos XVIII y XIX y experto en el romanticismo español. Profesor en varias universidades norteamericanas, durante los últimos 30 años dirigió el Departamento de Lenguas Romances de la Universidad de Pensilvania, convirtiéndolo en el número uno del programa de español de la nación.

Fue miembro correspondiente de la Real Academia Española, de la Real Academia de Bones Lletres de Cataluña y de la Hispanic Society of America. Recibió un doctorado honoris causa por la Universidad de Alicante y el Premio Nebrija Internacional de Crítica e Historia por la Universidad de Salamanca. La Biblioteca Virtual Cervantes lo reconoce como uno de los hispanistas más influyentes de la historia y como el erudito más destacado en los estudios del siglo XVIII de España.

Autor de 39 libros y varias ediciones críticas, fue además durante 29 años el editor de la Hispanic Review. Bajo su dirección, esta publicación se convirtió en un referente internacional sobre los estudios hispánicos.

Gabriel García Márquez

El escritor, novelista, cuentista, guionista, editor y periodista colombiano Gabriel José de la Concordia García Márquez (Aracataca, 6 de marzo de 1927), conocido como Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura en 1982 y uno de los grandes escritores de la literatura universal, falleció en México DF a los 87 años en la madrugada del 17 de abril.

De la soledad hizo bandera. Nos contó los fragmentos que la integran -nostalgia, pérdidas, adioses…-, los mezcló con el tiempo, cien años en concreto, y le dibujó un paisaje al que llamó Macondo. De este modo instauró García Márquez una forma nueva, revolucionaria, de relatar vida-hechos-sentimientos-cosas.

De inmediato, los expertos pusieron nombre al fenómeno y corrió por el mundo lo de “boom latinoamericano” para anunciar que quedaba abierta una época literaria distinta. Él sonreía detrás de sus rizos y un bigote azabache como sin acabar de creerse lo que estaba sucediendo. Venía de Colombia, se había forjado en el periodismo de compromiso en el que seguía creyendo y trabajando. Respondía oficialmente por Gabriel más dos apellidos cuya fama aumentaba, aunque pronto aprendimos que en realidad atendía por Gabo. Tras esas cuatro letras, Gabo, se escondía un mundo creativo sin fronteras. Lo supimos.

Fabulando sobre la soledad, su soledad, nos enseñó a ver la nuestra. Al leerlo fuimos Aureliano Buendía envuelto en su recuerdo del hielo frente a un pelotón de fusilamiento, o el coronel a la espera eterna de una carta que nunca acabó por llegar. Fuimos el viejo desnortado al que le nacieron unas alas grandes e inexplicables. Hicimos nuestra la pasión, su pasión, en los tiempos del cólera. Sentíamos Macondo como un estado de ánimo.

Nos hechizaba. Por eso fuimos el patriarca en su otoño y el cadáver de una muerte anunciada y la frustración del general en su laberinto o la inmensa desazón de quien cae derrotado ante la imposibilidad de aceptar que, tantas veces, los sueños se quedan en sueños.

Escribía, leíamos. Nos hechizaba. También fuimos por eso el secuestrado de su noticia, y el niño que pierde a sus abuelos y enferma de melancolía, la rabia incontenida de quien solo quiere ver fraguada la venganza o la tristeza visceral de las putas de sus deseos…

Nos hechizaba. Él, como sin acabar de creerse lo que estaba sucediendo, escribía al tiempo que sus personajes con literaria, irrefutable realidad, demostraban que por encima de la muerte, la vida es la que no tiene límites.

Mayo

Mercedes Salisachs

Mercedes Salisachs falleció en Barcelona a los 97 años. Autora de libros como La gangrena (Premio Planeta,1975), Una mujer llega al pueblo (Premio Ciudad de Barcelona, 1956) y El último laberinto (Premio Fernando Lara, 2004), la escritora barcelonesa, considerada una creadora a contracorriente, siempre hizo gala de un espíritu marcadamente independiente.

Maya Angelou

La poeta, novelista y actriz Maya Angelou se fue a los 86 años.Tras una complicada infancia en Arkansas, víctima de una violación que la condujo a un mutismo patológico, Angelou relató su juventud al lado de su abuela puritana, la relación complicada con su madre y su embarazo siendo una adolescente soltera de 16 años en la novela autobiográfica Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado (1970), que vendió más de un millón de ejemplares por todo el mundo.

Ya en San Francisco logró una carrera de éxito como cantante, bailarina, actriz, directora de revistas, poeta y novelista. Firme activista de los derechos civiles, lo que le valió en 2010 la Medalla Presidencial de la Libertad, el grueso de su obra denuncia el racismo y exalta el valor, la perseverancia y la dignidad. Trabajó codo con codo junto a Martin Luther King y Malcolm X.

En los años sesenta trabajó como periodista en Egipto y Ghana durante la descolonización africana. En aquel tiempo fue editora del periódico The Arab Observer. Más tarde, además, impartiría clases en la Universidad de Accra (Ghana).

Junio

Ana María Matute

Ana María Matute, una de las más grandes y singulares escritoras de nuestro tiempo, murió en Barcelona a los 88 años y 11 meses, tres años después de recibir el Premio Cervantes de Literatura Castellana. Escritora de deslumbrante universo imaginativo, su genio ha hecho pensar, sentir y soñar a miles de lectores de todo el mundo y de todas las edades.

Matute era una de las escritoras más destacadas de la narrativa española. Muestra de ello son los numerosos premios que le fueron concedidos. Reconocida internacionalmente –su obra ha sido traducida a más de veinte idiomas– era miembro de la Hispanic Society of America, Honorary Fellow de la American Association Teacher of Spanish and Portuguese. La Universidad de Boston creó en su día la Ana María Matute Collection a la que la autora cedió sus manuscritos y otros documentos.

En 1948 fue finalista del Premio Nadal con Los Abel. En 1952 recibió el Premio Café Gijón con Fiesta al Noroeste. En 1954 el Premio Planeta con Pequeño teatro. Con Los hijos muertos ganó el Premio de la Crítica 1958 y el Nacional de Literatura 1959. En 1959 obtuvo el Premio Nadal con Primera memoria. En 1965 llegó el Premio Nacional Lazarillo con El polizón del Ulises. En 1969 recibió el Fastenrath con Los soldados lloran de noche. En 1984 ganó el Premio Nacional de Literatura Infantil con Solo un pie descalzo y en 1996, el Premio Ciudad de Barcelona de Literatura castellana por El verdadero final de la Bella Durmiente. Además, y entre otros, en 2007 fue reconocida con el Nacional de las Letras.

En 1996 fue elegida miembro de la Real Academia Española, donde ocupaba el sillón K.

Julio

Nadine Gordimer

La escritora sudafricana y premio Nobel de Literatura Nadine Gordimer (Springs, 1923), gran defensora de la abolición del ‘apartheid’ en su país, falleció a los 90 años mientras dormía en su casa de Johannesburgo.

En 1991, a los 67 años, Gordimer ganó el Premio Nobel de Literatura por lo que el Comité llamó entonces “su escritura épica de enorme beneficio para la humanidad”. En aquel momento fue la primera mujer en hacerlo en 25 años.

Gordimer es autora de más de una veintena de libros, entre los que destacan La historia de mi hijo (1990), El conservador (1974) o Mundo de extraños (1958), en los que trata los conflictos interétnicos y el apartheid, algunos de los temas más presentes en su literatura. Además del Premio Nobel, la autora recibió un gran número de premios y distinciones, entre ellos 15 doctorados honoris causa por universidades como Yale, Harvard, Columbia, Cambridge, Leuven en Bélgica, Ciudad del Cabo o Witwatersrand.

Agosto

Jaume Vallcorba

El editor Jaume Vallcorba, fundador de Quaderns Crema y Acantilado y una de las figuras más relevantes de la edición española, murió en Barcelona a los 64 años de edad. Doctor en Filosofía y Letras, filólogo y escritor, Vallcorba fue profesor de Literatura de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona hasta 2004. En 1979 fundó la editorial catalana Quaderns Crema, en la que inicialmente publicó Les poesies d’Ausiàs March y el poemario El Preludi de Antoni Marí. Posteriormente se incorporaron a su catálogo nombres como Monzó, Pamies, Foix o Batllori.

Noviembre

Mark Strand

Strand hizo del silencio y de la fragilidad señas de identidad de una obra literaria que ha ubicado la poesía, la última poesía norteamericana, en los más altos estratos de la creación a través de la escritura. En los últimos años había hecho de España lugar de residencia.

«El silencio que vive entre las palabras es acaso la parte más sustancial del poema», dejó escrito. Del silencio al silencio. Strand se fue el 29 de noviembre.

Diciembre

Máximo San Juan

El 28 de diciembre, con los últimos estertores del 2014, una parada cardiorrespiratoria se llevó por delante al dibujante y periodista Máximo San Juan, cuyas viñetas, que trascendían el mero dibujo para constituirse en auténticos editoriales, marcó época en la prensa española.

Su particular tono humorístico-reflexivo aflora también en libros como Historias impávidas, Este país, Carta abierta a la censura y No a la OTAN y otros incordios. Entre los reconocimientos recibidos a lo largo de su amplia carrera figura el Premio González Ruano de Periodismo.